El Archivo Municipal de Málaga expone un documento sobre el terremoto de finales del siglo XVII

MÁLAGA 2 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Archivo Municipal expone en su Sala de Lectura un nuevo documento original dentro de su ciclo de micro exposiciones 'Un siglo en doce meses'. El ejemplar seleccionado está relacionado con un momento trágico de la historia de Málaga: el terremoto del año 1680.

Con la exhibición de este original finaliza su particular recorrido por la Málaga del siglo XVII a través de los documentos que se conservan en esta institución. Este documento está expuesto desde el 2 hasta el 31 de agosto y podrá ser visitado de lunes y viernes de 09.30 a 14.30 horas y martes, miércoles y jueves de 09.30 a 19.30 horas.

El siglo XVII fue un periodo particularmente duro para la ciudad, han recordado desde el Ayuntamiento de Málaga en un comunicado. Este terremoto fue el último zarpazo de un cúmulo de desgracias que se habían cebado con la población. El hambre, la peste, el diluvio y las tempestades ya habían azotado Málaga con anterioridad.

Algunos interpretaban este cúmulo de desgracias como un castigo divino por el comportamiento de los habitantes de la ciudad tal como era recogido en las pláticas de Fray Alonso de Santo Tomás, obispo de Málaga, que insistía en la necesidad de corregir las actuaciones humanas.

A través de las Actas Capitulares se conocen las gestiones que sus gobernantes llevaron a cabo para paliar los estragos y restablecer la normalidad en la ciudad. Entre la documentación conservada se expone la Sesión de Cabildo del día 12 de octubre, tres días después del terremoto, momento en el que la Corporación se reunió para agilizar la comunicación al rey con el ruego de pedirle ayuda económica para la población desvalida y el arreglo de la ciudad.

Igualmente acordaron comunicar a Fray Alonso de Santo Tomás, obispo de Málaga, que hiciera la misma súplica ante el monarca. El último punto de la sesión fue para dar cuenta de la procesión que, a instancias del obispo, se celebraría siendo el itinerario desde la misma Santa Iglesia Catedral al Santuario de la Victoria y a la que tenían que asistir en la forma establecida, y con la devoción debida, todos los miembros del cabildo.

Los daños que Málaga sufrió tras el seísmo determinaron muchas de las actuaciones municipales en los 12 meses siguientes al suceso: auxilio a la población sin recursos, arreglo de los edificios dañados, en especial la Casa Consistorial, la reparación del puente sobre el Guadalmedina, limpieza del alcantarillado, desescombro de las calles, etcétera.