FUENGIROLA (MÁLAGA), 28 (EUROPA PRESS)
De todos los grandes felinos, los tigres son los que están más cerca de la extinción, por lo que Bioparc Fuengirola ha querido conmemorar el Día del Tigre, que se celebra el 29 de julio, alertando sobre la urgente necesidad de proteger esta especie y especialmente, la subespecie de Sumatra, único tigre que aún vive en Indonesia después de que los tigres de Bali y Java se extinguieran en el siglo XX.
Y es que estos depredadores están al borde de la desaparición, quedando tan solo unos miles en estado salvaje. La caza ilegal, la deforestación y destrucción de su hábitat natural, así como la disminución de sus presas naturales, ha hecho que algunas subespecies hayan desaparecido ya de la faz de la Tierra, como el tigre de Java, el del Caspio o el de Bali.
Aún sobreviven el tigre del Amur, el de Bengala, el de Indochina, el del sur de China, el malayo y el de Sumatra. Este último es la subespecie que alberga Bioparc Fuengirola desde hace 20 años. La protección de estos felinos es un proyecto masivo que reúne a personas de todo el mundo para tratar de salvarlos, a través de programas de conservación tanto 'ex situ', como 'in situ'.
"Los tigres de Sumatra se enfrentan a una extinción inminente si no se trabaja para impedirlo" y así lo confirman los últimos registros de la subespecie. Hace cinco años, recuentos oficiales indicaban que no llegaban a 400 los ejemplares en libertad; unas cifras que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), están en continuo decrecimiento, han explicado desde Bioparc en un comunicado.
A pesar de que el tigre es un animal protegido prácticamente en todo el continente asiático y los programas de conservación internacionales tienen el foco puesto en su conservación, de las seis subespecies que existen hoy día, tres están en peligro de extinción y las otras tres críticamente amenazadas. La más afectada es la del tigre de Sumatra.
Precisamente en Bioparc Fuengirola puede contemplarse una pareja de tigres de Sumatra, Kerinci y Harau, ejemplares que forman parte del Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) de la EAZA para esta subespecie, en el que Bioparc participa desde 2002.
Además de los programas de conservación y reproducción en los diferentes continentes, existe un programa global de manejo de tigres de Sumatra con el fin de garantizar una población numerosa y genéticamente sana para que, en el momento en que sea viable la suelta de ejemplares en su hábitat natural, poder desarrollar un programa de reintroducción, han explicado.
Y es que "las poblaciones salvajes solo sobrevivirán si los habitantes locales se interesan por los tigres y luchan por su supervivencia". Desde Bioparc lamentan que los pocos tigres de Sumatra que quedan en la naturaleza se enfrentan a tres amenazas: la caza furtiva, la destrucción de su hábitat y la disminución de sus presas naturales. La creciente demanda de huesos de tigre para la medicina tradicional asiática aumenta constantemente la presión de los cazadores furtivos, y la acción del hombre fragmenta y reduce su hábitat a la vez que disminuye sus presas.
Para parques de animales como Boparc Fuengirola, esta misión está compuesta por tres pilares esenciales: conservación, educación e investigación. Un ejemplo de ello es el proyecto desarrollado por el equipo de Zoología de Bioparc Fuengirola, un estudio a través del cual pretenden conocer el comportamiento y necesidades de los ejemplares de tigre de Sumatra que alberga.
Estudiar de cerca a los animales permite al equipo de Zoología mejorar los manejos, así como su cría, bienestar y alimentación. Para ello, diariamente y desde hace meses, observan los comportamientos de Kerinci y Harau, con el fin de asegurarse de que los espacios que ocupan cubren sus necesidades y potencian sus instintos naturales, además de perfeccionar la forma de garantizar su bienestar.