MÁLAGA 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), Emelina Fernández, ha presentado este martes la Guía para el Tratamiento Informativo de la Violencia de Género, junto a la fiscal delegada de Violencia de Género, Flor de Torres; la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Rosa del Mar Rodríguez; y el presidente de la Asociación de la Prensa en Málaga, Rafael Salas, también presidente del Colegio de Periodistas de Andalucía.
En concreto, se trata de un documento con recomendaciones breves y prácticas dirigidas a los periodistas con el objetivo de desterrar malas prácticas informativas detectadas a lo largo de los años, a pesar de las obligaciones previstas en la legislación española para los informadores y de la existencia de distintos códigos deontológicos.
De ese modo, la guía es el resultado de un "exhaustivo" análisis y actualización de los códigos deontológicos y recomendaciones existentes en España sobre la materia, así como de los informes y resoluciones del CAA sobre casos prácticos de intervención.
Así, surge de la necesidad de preservar el derecho a la libertad de información que, en el caso del tratamiento informativo de la violencia de género, ha de conciliarse con la responsabilidad y las obligaciones legales que afectan a los medios y los periodistas.
En su elaboración, impulsada y coordinada por el Consejo, han participado el Colegio de Periodistas de Andalucía, RTVA, RTVE-Andalucía, la red de televisiones locales Acutel, la Fiscalía de Violencia contra la Mujer de Andalucía y la subdirección de Audiovisual de la CNMC --el regulador audiovisual de ámbito estatal--.
Asimismo, han intervenido la directora general de Violencia de Género de la Junta, María Ángeles Sepúlveda, y otros representantes del ámbito judicial, académico y el IAM, formando parte todos ellos del Grupo de Trabajo de Igualdad creado en el CAA.
La presidenta del CAA, en la presentación, ha recordado la responsabilidad pública que recae en los periodistas y en los medios de comunicación a la hora de luchar contra la violencia machista, pues constituyen la primera fuente de información sobre este problema social para el 97 por ciento de la población.
Sin embargo, a pesar de que el periodismo ha situado desde hace años este asunto en la agenda pública, los informes del Consejo constatan que con frecuencia este tipo de sucesos están "teñidos" de sensacionalismo o descontextualizados.
GUÍA
Por su parte, el documento consta de dos partes. En la primera, titulada 'El Problema', se enumeran 12 recomendaciones para los profesionales de la información centradas en la relevancia de contextualizar de forma adecuada al elaborar noticias sobre violencia machista y se recuerda las obligaciones previstas en la ley para los medios: el deber de contribuir a erradicarla y de concienciar a la sociedad.
En ese sentido, destaca que estas informaciones son complejas por lo que se deben evitar rutinas periodísticas que conducen además a tratar cada caso como hechos aislados o como sucesos. "Es la consecuencia más grave del machismo y de las desigualdades entre hombres y mujeres que aún sufre la sociedad", ha recogido al respecto la guía.
Por ello, recomienda al profesional que se especialice para afrontar este tipo de informaciones, así como el uso correcto del lenguaje para no confundirla con la violencia doméstica o familiar. Así, se aconseja usar siempre los términos "violencia de género", "violencia machista" o sexista o contra las mujeres y eliminar el uso de expresiones como "violencia de pareja" o "crimen pasional".
Han recordado que miles de mujeres sufren a diario la violencia machista por lo que se propone a los periodistas no esperar al asesinato para abordar esta cuestión, sino difundir sentencias, denunciar comportamientos machistas e informar de casos de mujeres que han salido de la espiral de la violencia de género. Al mismo tiempo, se ha instado a no propagar mitos, ideas o mensajes sin fundamento pidiendo que se contraste siempre la información con fuentes autorizadas y expertas.
TITULARES QUE INSENSIBILIZAN
La segunda parte del documento, bajo el título 'La Noticia', consta de una serie de recomendaciones y prácticas a evitar para informar de forma adecuada, entre las que destaca no abordar los asesinatos de mujeres víctimas como casos aislados o sucesos sino enmarcados en el contexto de un problema grave que afecta a toda la sociedad, como ocurre con el terrorismo o la crisis económica.
En esa línea, se ha apuntado a nunca frivolizar o banalizar la información y evitar inercias que pueden terminar por insensibilizar a la audiencia, especialmente en los titulares, como el uso de las fórmulas "un nuevo caso de violencia de género" o "una víctima más".
También han destacado que las víctimas no mueren, sino que las matan y que no son responsables de su asesinato por no haber denunciado antes al asesino o haber reanudado una relación.
Asimismo, la guía reclama rigor periodístico, huir de los testimonios de vecinos o allegados, evitar el sensacionalismo con la transmisión de datos o imágenes escabrosas o recrear en la crónica la descripción del modo en que fue asesinada la víctima, pues se trata de cuestiones que no aportan valor informativo para comprender la trascendencia social del hecho.
Se recuerda que, por regla general, la violencia de género no tiene testigos, por lo que se insta a evitar difundir entrevistas de allegados que fomentan una imagen neutra del maltratador con declaraciones del tipo "era una pareja pacífica" o "es una buena persona".
Así, sugiere diversificar la información al abordar un caso de asesinato y centrarse más en el problema con la difusión de información e imágenes complementarias y útiles sobre recursos públicos, centros de acogida, servicios especializados o sentencias condenatorias. Además, se debe incluir siempre, de forma verbal o escrita, el número de teléfono de denuncia y ayuda a las víctimas (016).
Otra de las recomendaciones insta al periodista a no buscar causas ajenas al machismo que justifiquen una agresión o un asesinato. El respeto al honor, a la imagen y a la intimidad de las víctimas es otra de las pautas recogidas en este documento, que recuerda también la prohibición de difundir el nombre y la imagen de menores de edad, sean víctimas o agresores.
PACTO MEDIÁTICO PARA ABORDAR LA VIOLENCIA MACHISTA
En este sentido, Fernández ha apelado a los responsables editoriales de los medios de comunicación para que concedan más tiempo a las noticias sobre violencia de género. Por ello, ha recordado que, según el último Informe Anual sobre la presencia de la violencia de género en los informativos de las televisiones andaluzas 2015, estas informaciones duran 56 segundos de promedio, igual que el resto de sucesos y un 48 por ciento más cortas que el resto de noticias.
"Con tan pocos segundos para este tipo de noticias se hace realmente difícil para un redactor contextualizar y dimensionar de forma adecuada la complejidad de la violencia machista", ha advertido.
Por último, la presidenta del CAA ha recordado el compromiso adquirido recientemente con la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) para impulsar un pacto mediático para que todos los medios de comunicación asuman códigos deontológicos al abordar asesinatos machistas y otras noticias relacionadas. Se trata, ha expresado, de que asuman la función y la responsabilidad de concienciación a la sociedad que les atribuye la legislación.