MÁLAGA 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Málaga ha visto reducida ligeramente la vulnerabilidad media en los grandes barrios. En términos generales se ha producido una ligera mejora de la media del índice sintético de los barrios, pasando de una posición de 0,555 en 2020 (año del primer estudio) a 0,528 en 2023, lo que confirma que está descendiendo la vulnerabilidad global. Además, se ha reducido a la mitad, de ocho a cuatro, el número de barrios más vulnerables y se ha producido una concentración de los grandes barrios en valores intermedios.
La Fundación Ciedes en colaboración con la Universidad de Málaga (UMA) y el Ayuntamiento de la capital ha presentado este martes la segunda edición del informe 'Vulnerabilidad en los barrios de Málaga' como herramienta de trabajo para mejorar la calidad de vida en la ciudad; en concreto, para ayudar a enfocar las políticas municipales ambientales, sociales y asistenciales de la ciudad a aplicar en los próximos años.
El estudio tiene por objetivo conocer las condiciones sociales, económicas, asistenciales, territoriales y ambientales en las que vive la ciudadanía para detectar sus necesidades y las demandas presentes y futuras. Las condiciones de vida varían en virtud de las circunstancias de cada familia, pero, como se observa en este estudio, pueden ser extrapolables a los barrios en donde habitan.
En el estudio se constata que se ha producido una ligera mejora de la media del índice sintético de vulnerabilidad de los grandes barrios en el período 2020 (0,555) a 2023 (0,528). Cabe destacar que las variables de 2020 son previas a la Covid y las de 2023 ya están en el periodo de reactivación tras el confinamiento, por lo que se podría decir que la ciudad ha sido capaz de superar la crisis de la pandemia y mejorar su situación respecto a la etapa anterior.
El análisis divide los 20 grandes barrios en tres grupos según su grado de vulnerabilidad: Grupo A, los menos vulnerables (valores del índice entre 0 y 0.35); grupo B, los intermedios (0.35-0.65) y grupo C, los más vulnerables (entre 0.65 y 1). Se produce una mayor concentración de los grandes barrios del 2023 respecto al 2020 en el grupo de valores intermedios de vulnerabilidad (grupo B), rompiendo con posiciones relativas extremas y con la segregación espacial tradicional este- oeste.
En el grupo A, Teatinos y Litoral Oeste: Puerta Blanca- Finca el Pato, están cercanos a Malagueta- Limonar en la dimensión socioeconómica, con población joven y alta esperanza de vida y ambiental. No obstante, Puerta Blanca- Finca el Pato y Segalerva- Olletas se trasladan del grupo A en el que se posicionaron en 2020 al grupo B en 2023, por factores demográficos (envejecimiento y soledad, principalmente) que conlleva también una mayor demanda asistencial. Por otro lado, el Grupo C (mayor vulnerabilidad) se reduce a la mitad de 2020 a 2023 (de 8 a 4).
Mejoran los grandes barrios de La Unión-Cruz del Humilladero, Mármoles- Carranque, Campanillas, Camino Suárez- Carlos Haya, Trinidad y Ciudad Jardín, que pasan al grupo intermedio de vulnerabilidad. Los grandes barrios con los índices de vulnerabilidad más altos, Palma- Palmilla y La Luz- San Andrés, mejoran respecto a 2020, si bien sube el índice ligeramente en los de Centro Histórico y Huelin por factores socioeconómicos entrando en el grupo C.
El estudio destaca que la ciudad no se puede analizar como un territorio único y aún menos pensar en diseñar políticas homogéneas para mejorar las condiciones económicas y sociales. Las condiciones de desigualdad socioeconómica de la población, su acceso a la renta y el empleo son las que explican en mayor medida la vulnerabilidad global de un municipio, también en el caso de Málaga.
Sin embargo, se ha roto en cierta medida la diferencia entre la zona este, que históricamente contenía las más altas rentas, frente a la oeste. Teatinos, en el noroeste, y el Litoral Oeste han empezado a destacar como grandes barrios con condiciones socioeconómicas más altas. No obstante, el río Guadalmedina sigue concentrando en su entorno grandes barrios con necesidades socioeconómicas altas, así como con demandas asistenciales y dificultades territoriales.
En líneas generales, este nuevo estudio constata que la forma clásica de ciudad espacialmente segregada que desde finales de los años setenta se mantenía más o menos imperturbable entre los dos márgenes del río Guadalmedina, principalmente entre el Litoral Este y el resto de la ciudad, se ha modificado sustancialmente.
En resumen, se observa una reducción del número de barrios más vulnerables (grupo C, pasa de ocho a cuatro), se ha producido en estos tres años una concentración de los grandes barrios en valores intermedios de vulnerabilidad (Grupo B) y una disminución del número de barrios del grupo de los menos vulnerables (pasa de cuatro a dos grandes barrios).
En el estudio se destaca que no existen mejores o peores barrios, y que lo interesante sería mantener un equilibrio entre todas las dimensiones analizadas (demográfica, socioeconómica, asistencial, territorial y ambiental). Además, cabe indicar que para las dimensiones se han utilizado los datos más recientes, ya que dependiendo de las fuentes hay datos de los años 2021, 2022 o 2023.
"En los próximos años, se quiere seguir mejorando el trabajo de identificación de variables con las áreas municipales y los expertos, para componer mejores indicadores y mejorar su información geográfica. Esto permitirá establecer mejores políticas y proyectos de desarrollo urbano con carácter integrado hacia la sostenibilidad, uno de los ejes estratégicos de las políticas municipales", señalan.