MÁLAGA 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato Médico de Málaga (SMM) ha informado de que un joven ha sido condenado en un juicio rápido a nueve meses de prisión y 300 euros de multa por agredir a una médica de la localidad malagueña de Benalmádena en la madrugada del 22 al 23 de julio. Además, se le ha impuesto que indemnice con 250 euros a la víctima.
Según han informado desde SMM en un comunicado, los hechos ocurrieron en el servicio de Urgencias. Previamente, el hombre había llamado al servicio de Salud Responde para que lo atendieran en su casa, dijo estar bajo los efectos del alcohol después de haber ingerido varios litros de cerveza y otras bebidas alcohólicas.
Este servicio le comunicó que "no se daba prioridad a casos que no tenían que ver con enfermedades", a lo que el referido "reaccionó presentándose en el Hospital de Alta Resolución (HAR)" de Benalmádena en el servicio de Urgencias.
El hombre fue valorado en triaje y se le indicó que pasara a la sala de espera para ser atendido. Allí, este descolgó un extintor de fuegos, se coló en una consulta y lo usó para rociar a la médica que en ese momento trabajaba con un paciente con dolores en el pecho y la espalda, según han indicado desde el SMM. La agredida, posteriormente, presionó el botón del pánico y pidió auxilio mientras escapaba por la puerta trasera de la consulta.
El agresor realizó esta incursión "mientras exclamaba que tenía derecho a que lo atendiesen" y se dirigió a la sala de espera donde roció también a los presentes con el líquido del extintor. Los vigilantes de seguridad del centro lo neutralizaron hasta que llegó la policía.
La médica y el paciente sufrieron los efectos irritantes y tóxicos de la exposición al líquido de extinción de incendios, que son picores en la piel y ojos. Según han informado, la primera interpuso, al ser domingo, una denuncia en el servicio de 24 horas de atención al médico agredido del Colegio de Médicos de Málaga.
"Hay que denunciar estos casos. Se está perdiendo mucho el norte en los centros de salud y hospitales donde llegan cada vez más casos de personas, pacientes, que enarbolan sus derechos pero no conocen sus deberes como ciudadanos. Y el principal de ellos es respetar el trabajo del médico. Cada vez escasea más el actuar en ellos con un mínimo de educación", ha lamentado la agredida.
El SMM ha recordado que ofrece servicios jurídicos a los facultativos para todo este tipo de casos y que condena radicalmente cualquier tipo de agresión verbal o física a los mismos. Al mismo tiempo, ha manifestado que viene reclamando que en todos los centros de salud de la provincia también haya vigilantes de seguridad, cámaras y botones antipánico.