MÁLAGA 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Diputación de Málaga ha publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) la convocatoria 2025 del Premio Provincial de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos, dotado con 10.000 euros, para reconocer a personas y organizaciones, relacionadas con la provincia, que a nivel individual o colectivo hayan contribuido de forma relevante a la promoción de la solidaridad internacional y los derechos humanos. Las candidaturas pueden presentarse hasta el día 8 de abril inclusive.
El diputado de Centros Asistenciales, Tercer Sector y Cooperación Internacional, Francisco José Martín, ha recordado que este premio "va dirigido a personas o entidades privadas sin ánimo de lucro o iniciativas que se hayan distinguido por su apoyo a la lucha contra la pobreza y la solidaridad con las personas necesitadas del mundo".
"La finalidad de este premio es apoyar y poner en valor a la sociedad en su lucha contra la pobreza, en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible, además de contribuir en la construcción de una sociedad y ciudadanía más crítica, más informada y formada, que se implique para alcanzar la justicia y la igualdad", ha destacado.
Podrán ser candidatas al premio las personas físicas mayores de edad, las personas jurídicas privadas, las agrupaciones de personas físicas o jurídicas privadas y las comunidades de bienes, iniciativas o experiencias de naturaleza privada que, aún careciendo de personalidad jurídica, hayan destacado a lo largo del tiempo en la consecución del objeto de la convocatoria y sean propuestas de acuerdo con lo establecido en las bases reguladoras publicadas en el BOP de Málaga número 83 del 30 de abril de 2024 (1616/2024).
Las personas, organizaciones o iniciativas candidatas tendrán que ser propuestas por persona física o entidad pública o privada distinta y ajena a aquellas, quedando expresamente excluidas las autopropuestas.
Entre los premiados de otras ediciones se encuentran Virginia Alfaro Calvo (2024), de la Asociación Misevi, por su labor como misionera laica dentro del carisma Vicenciano, ha liderado proyectos en Honduras, Mozambique y Angola para la protección de la infancia, la mujer y la promoción de la juventud; y la entidad social Brazadas Solidarias, vinculada a la Fundación Vicente Ferrer (2022), por sensibilizar a la sociedad y recaudar fondos para luchar contra la exclusión social, a través de la organización de eventos deportivos.
También la Organización No Gubernamental para el Desarrollo malagueña Pozos sin Fronteras (2021), por su labor en hacer accesible el agua potable y la implementación de infraestructuras agrarias como base para sustentar el desarrollo de territorios desfavorecidos en América del Sur y África; y Manos Unidas (2020), por su labor desde hace más de 60 años en países de América, Asia y África, donde desarrolla proyectos de lucha contra el hambre y el subdesarrollo y para erradicar las causas estructurales que los producen.