Experta recomienda evitar el uso de pantallas a menores de seis años

La pediatra y divulgadora, autora del libro 'Criar sin complejos', María Salmerón
La pediatra y divulgadora, autora del libro 'Criar sin complejos', María Salmerón - UMA
Publicado: jueves, 21 noviembre 2024 15:14

MÁLAGA 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

La pediatra y divulgadora, autora del libro 'Criar sin complejos', María Salmerón, ha protagonizado un encuentro con familias y docentes en el marco de las 'VII Jornadas sobre adolescencia: salud mental, salud afectivo-sexual y entornos digitales seguros', que organizan la Fundación General de la Universidad de Málaga (Fguma) y el Ayuntamiento del municipio malagueño de Benalmádena durante el mes de noviembre.

"No debería de haber ningún uso de pantalla, incluida la televisión, hasta los seis años porque en esa etapa hay un periodo de desarrollo neuronal muy rápido y la interferencia es muy importante", ha explicado.

La experta ha asegurado que el uso de las pantallas afecta a la salud durante toda la vida, también en la fase adulta, pero que los niños son más vulnerables porque están en desarrollo.

"Estamos en la era del quinto hábito de vida saludable", ha recalcado, ya se conocía la importancia de dormir las horas aconsejadas; tener relaciones sociales de calidad cara a cara; una alimentación mediterránea; hacer ejercicio físico regular, y ahora hay que sumar la desconexión digital.

Ha incidido en que "hay que desconectarse de forma consciente, por ejemplo, cuando tomamos café con una amiga, jugamos con nuestro hijo o antes de dormir", ha agregado la ponente, que también coordina el grupo de salud digital del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría.

Al respecto, ha señalado que la tecnología está diseñada "para que nos quedemos": "Aprende de tu comportamiento, nos busca", y ha lanzado la reflexión de lo difícil que es para niños y niñas desconectarse si el dispositivo solo les muestra contenido afín a sus gustos.

La presentación de la actividad, celebrada en el Instituto Cerro del Viento con cerca de cien personas inscritas, ha corrido a cargo de Carmen Rosa García, coordinadora académica de Formación de la Fguma, y Lucía Camero, concejala de Juventud del mencionado Ayuntamiento.

DATOS

"En el mundo de la sanidad estamos muy preocupados", ha lamentado, y ha añadido que considera debería declararse como un problema de salud pública. Durante la charla ha ofrecido datos como que el 94,8 por ciento de los y las adolescentes dispone de un teléfono móvil con conexión a internet, dispositivo al que acceden por primera vez a los 10,9 años por término medio, y que el 92,2 por ciento del alumnado de primero y segundo de la ESO ya tiene su propio smartphone.

Otra reseña que llama la atención es que menores de dos años pasen de media 72 minutos al día delante de pantallas. Salmerón ha hablado de los efectos físicos, psíquicos y sociales que implica el uso actual de dispositivos electrónicos.

Por ejemplo, relacionados con el sueño, pueden producir insomnio; reducción de la secreción de melatonina; retraso del reloj circadiano o alteración de las fases del sueño. También ha mencionado que tener el teléfono en la habitación aumenta la afectación del sueño y que este déficit puede generar ánimo depresivo y alteraciones en el desarrollo cerebral.

Además, ha añadido que la exposición a ciertos contenidos durante la adolescencia puede repercutir en la adaptación social, la aceptación corporal, la sexualidad y la autoestima.

En cuanto a la etapa adulta, ha expuesto que influye en la memoria, que el tiempo de pantalla frente a la televisión y el ordenador es un factor de riesgo en sí mismo para desarrollar demencia y que, en la actualidad, jóvenes entre 17 y 19 años pasan una media de 6 horas al día con las pantallas.

Con estas cifras, la investigadora ha trasladado que se estima que, si se tiene en cuenta este tiempo de exposición, además de los factores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en EEUU (CDC por sus siglas en inglés), a partir de 2060 se sufrirán unas tasas de demencia entre cuatro y seis veces más que las actuales.