La Fundación para la Protección Social del Médico ayuda este año en Málaga a 66 personas

Publicado: miércoles, 17 mayo 2017 16:47

MÁLAGA 17 May. (EUROPA PRESS) -

La Fundación para la Protección Social del Médico de la Organización Médica Colegial (OMC), cuya función principal es ofrecer ayudas para la dependencia social y física de los facultativos y sus familias, está ayudando este año en Málaga a 66 personas de 59 familias.

La Fundación, que reparte casi 14 millones de euros al año entre 3.000 beneficiarios, de los que 1.800 son huérfanos a los que se ayuda con una aportación mensual, ofrece un amplio catálogo de prestaciones que se mantienen gracias a la aportación de los médicos, según ha indicado el doctor Juan Manuel Garrote, secretario general de la OMC. El resto de prestaciones son para facultativos discapacitados, ayudas a la conciliación familiar, ya sea de hijos o de padres de avanzada edad.

Concretamente en Málaga se trata de 36 huérfanos de médicos menores de 21 años --dos de ellos de padre y de madre--; 12 huérfanos discapacitados; ocho médicos discapacitados; cinco viudos de facultativos, cuatro médicos jubilados y una ayuda a residencia de la tercera edad.

"Parece que nunca nos va a tocar una enfermedad y no queremos pensar en desgracias pero debemos ser previsores", ha dicho el presidente del Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga), el doctor Juan José Sánchez Luque, quien ha advertido de que en la provincia observan con preocupación cómo "bastantes médicos jóvenes no ven la utilidad de la Fundación y los colegios debemos poner medidas para cambiar esa tendencia".

El doctor Garrote ha pedido a los colegiados que se conviertan en prescriptores de la Fundación y la difundan entre sus compañeros. "Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos es que es que a veces hay colegiados o familias que necesitan ayudas de la Fundación pero que no las reciben porque desconocen su existencia", ha apostillado.

Durante el acto de celebración del centenario de esta fundación uno de sus beneficiarios, el doctor malagueño Miguel Díaz Casado de Amezúa relató cómo su madre pudo sacar adelante a sus cuatro hijos cuando falleció su marido, el doctor Miguel Díaz Recio, tras cinco años de enfermedad. "Todos los hermanos realizamos nuestras carreras universitarias --dos de Arquitectura y dos de Medicina-- gracias a las ayudas de la Fundación".

Este doctor hizo una defensa a ultranza de la colegiación: "el Colegio es nuestra segunda casa y tenemos que participar de ella. La colegiación no es sólo pagar una cuota sino debe ser una forma de convivir entre nosotros".

La historia de este médico es una historia de superación ya que hace varios años sufrió un doble infarto. Tras su recuperación, ha realizado diversas actividades solidarias, como la subida al Mulhacén a beneficio de la Fundación Cudeca.

También Abrahán Alías, gestor de la Fundación en el Colegio en Málaga, contó su experiencia personal, tras fallecer su padre cuando tenía siete años. "Nunca tuvimos ningún tipo de ayuda por parte del sector profesional de mi padre. Cuando comencé a trabajar en el Colegio y descubrí la labor de la Fundación pensé que si hubiera existido algo similar para mi familia nuestro destino podría haber sido diferente".

Alías puso en valor la calidad humana de los trabajadores del Commálaga: "nuestro deseo es acompañaros con todo el respeto y cariño en todo el proceso ya que la gestión administrativa se puede convertir en algo muy complejo cuando se está bajo la presión y el desánimo".

La celebración de los 100 años de la Fundación culminó con una tarta portada por la Victoria Sabatel (12 años), hija del oftalmólogo José Luis Sabatel, fallecido en octubre de 2015. La niña acudió al acto acompañada de su madre y sus dos hermanos, beneficiarios de la Fundación.