MÁLAGA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El hombre investigado en relación con los asesinatos de dos exparejas en Torremolinos (Málaga), una en mayo de 2023 y otra desaparecida desde 2014, ha admitido su culpa en el crimen de la primera mujer, pero dice que fue a raíz de un forcejeo, y asegura que no mató a la segunda víctima, aunque sí ocultó el cadáver, que apareció emparedado en la vivienda que ambos compartían en esa localidad cuando la desaparición.
Este investigado fue detenido por su presunta relación con el asesinato de Paula ocurrido el 17 de mayo pasado en Torremolinos y, a raíz de eso y de una manifestación no oficial en la Policía Nacional, se le relacionó con el crimen de otra pareja anterior, Sibora, de origen albanés, que llevaba desaparecida desde hacía nueve años.
En una carta manuscrita dirigida al juzgado que lleva ambos casos, Instrucción número 3 de Torremolinos, este dice que quiere colaborar con la justicia, reconoce parte de culpa en lo ocurrido con Paula, por lo que se muestra "totalmente arrepentido"; e insiste en que no es el responsable de la muerte de Sibora, solo ocultó el cuerpo, según han asegurado a Europa Press varias fuentes consultadas.
Este martes ha declarado en dicho juzgado sobre los dos casos y ha mantenido en líneas generales lo que relata en una larga misiva, en la que explica cómo era, según él, la relación con Paula, en la que había bastantes peleas y rompían con frecuencia, aunque niega haberla maltratado; y también lo que ocurrió el día de los hechos, cuando, según su versión, ella le habría atacado con un cuchillo por celos, hubo un forcejeo y en algún momento de la pelea la agarró por el cuello, aunque no recuerda todo lo que pasó.
Sí asegura que ella no paraba de intentar meterle con el arma y él se defendió "con demasiada contundencia", por lo que cree que tiene parte de culpa en lo sucedido, tras lo que dice que es imposible recordar todo lo ocurrido, pero sí vio una mancha grande de sangre en el suelo y que Paula había dejado de respirar, por lo que tuvo pánico y se fue del lugar, han señalado las fuentes.
Añade que estaba drogado e insiste en que, aunque no dice que sea inocente, "nunca jamás" le hubiese hecho daño a su pareja de forma voluntaria, y no tuvo intención de matarla; además de que pide perdón a la familia de la víctima y a Dios, con quien asegura haber tenido un acercamiento "muy fuerte" desde que entró en prisión.
El investigado ya aseguró en su momento a un médico forense que le examinó que el día de los hechos hubo una discusión con Paula, un forcejeo y, con un cuchillo de cocina que había cogido días antes a un compañero de trabajo, le dio dos puñaladas a la mujer.
Respecto a Sibora, asegura en el documento firmado por él que no es como ha dicho la Policía, insistiendo en que no es el responsable de su muerte, aunque sí fue el que ocultó el cadáver, por lo que está arrepentido, ya que considera que esto es algo "asqueroso".
En la declaración de este martes, según han asegurado a Europa Press fuentes cercanas al caso, ha apuntado a la supuesta vinculación en los hechos de un grupo de personas que le habrían dejado dinero a la víctima y que la habían amenazado. Estas personas le dijeron que tenía que ocultar el cuerpo; aunque no ha dado nombre alguno ni datos referentes a esta versión.
El cuerpo de Sibora estaba en un cajón, repleto de cal y oculto entre dos paredes de la casa, y su hallazgo se produjo tras cuatro registros en la vivienda, que se realizaron después de que el que fuera su novio en el momento de la desaparición fuera detenido por supuestamente asesinar a Paula, su última pareja.
De las primeras observaciones del cuerpo hallado, pudieron distinguir la existencia de una bolsa de plástico sobre el montón de cal, la cual contenía un cuchillo con restos de sangre seca. Por ello, las pesquisas apuntan a que Sibora también fue acuchillada como Paula.