Almirante de la flota defiende la Constitución y dice que las calles "no pueden ser arrebatadas por la actitud amenazante de radicales"
MÁLAGA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 526 civiles han participado este sábado en la jura de bandera de España que ha tenido lugar en el buque portaeronaves Juan Carlos I, atracado en el puerto de Málaga. Una acción realizada tras la propuesta de marineros e infantes malagueños que realizaron su servicio militar en la Armada.
La ceremonia, presidida por el almirante de la flota, Juan Rodríguez Garat, acompañado por el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, supone una señal de "afianzamiento de los lazos de unión entre las Fuerzas Armadas y la sociedad".
Así, permite a los españoles que no quieren vincularse a las Fuerzas Armadas con un carácter profesional, manifestar su compromiso con la defensa de España. Entre esos civiles han jurado bandera el líder del PP andaluz, Juanma Moreno; el del PP de Málaga y presidente de la Diputación, Elías Bendodo; el senador Manuel Marmolejo; la diputada Carolina España y los concejales en el Ayuntamiento de la capital Carlos Conde, Mario Cortés y María del Mar Martín Rojo. Entre otros muchos, ha destacado también el que fuera portero del Málaga Club de Fútbol Koke Contreras.
La ceremonia ha consistido en la toma de juramento por parte del comandante del buque Juan Carlos I, José Lago Ochoa, a los civiles participantes, quienes a continuación han pasado a besar la bandera. El acto ha finalizado con un homenaje a los caídos.
El almirante de la flota, Juan Rodríguez Garat, ha defendido en su intervención la Constitución Española y el papel que desempeñan las Fuerzas Armadas: "no cultivamos para oponernos a otros pueblos o culturas, prueba de ello es el himno de esta bonita tierra, que canta por igual a Andalucía, España y la Humanidad. A lo que sí se opone el patriotismo es al individualismo egoísta, exacerbado e inhumano".
Ha aludido al artículo 30 de la Constitución Española sobre la defensa de España "aunque cueste la vida", recordando a los españoles, muchos de ellos civiles, que han caído por este país. Para el almirante de la flota, acatar la Carta Magna "es una obligación legal; y la lealtad a nuestro rey es un deber ético, lo es para con todos, cuanto más al jefe del Estado, símbolo de la unidad de España".
Para Rodríguez Garat, "no se defiende España bajando a las trincheras, no es ahí donde hacéis falta", ha dicho a los jurandos, incidiendo en que se defiende a España "y la hacemos más segura y honrada trabajando por una sociedad mejor y más solidaria en un mundo mejor y más solidario".
Ha destacado que el pueblo español, por su historia, tiene que ser oído ante la comunidad internacional y ha recordado que pese a que hoy "vivimos en un mundo más seguro, el trabajo no está hecho", asegurando el almirante de la flota que la "relativa seguridad de la que disfrutamos no es gratuita, tiene costes sociales y económicos y el más duro es el precio de sangre, sea de nuestros soldados, marinos o guardias civiles o de las víctimas del terrorismo, de un terrorismo ciego y cobarde".
"NO PODEMOS DEJAR QUE NOS ARREBATEN LAS CALLES"
"Nosotros sabemos bien lo que está en juego y defendemos a España no dejando crecer las semillas del odio y del miedo que algunos intentan en vano sembrar entre nosotros", ha subrayado Rodríguez Garat, añadiendo que "defendemos a España no dejando que silencien nuestra voz, no dejándonos arrebatar las calles".
En este sentido, ha incidido en que las calles "son de todos, pero sobre todo de la gente de bien". "No podemos dejar que nos la arrebaten ni los zarpazos del terrorismo ni la actitud amenazante de los radicales, muchas veces espoleados por aprendices de brujo atolondrados y agresivos exhibiendo sus intereses".
Antes de finalizar el acto ha agradecido a estos más de medio millar de civiles su compromiso con el país "por encima de vuestros intereses personales", recordando también a los "centenares de malagueños" que no han podido jurar bandera.
"No hemos podido acoger en esta cubierta a todos, pido disculpas y les aseguro que vuestras Fuerzas Armadas no cejarán hasta darles la oportunidad de satisfacer el deseo", ha finalizado.
El portaeronaves Juan Carlos I es un buque multipropósito y el mayor buque de guerra construido en España. Supone una herramienta de la Armada para garantizar la capacidad de respuesta e influencia global a disposición del poder político, en apoyo a la creciente proyección internacional de España.
Se trata, según la Armada Española, de una unidad tecnológicamente avanzada, interoperable, adiestrada y alistada, la cual puede actuar con garantías de éxito en escenarios muy variados. Está diseñado y construido íntegramente en España, "por lo que se trata de una muestra más de las capacidades alcanzadas por la industria de Defensa y redunda en su prestigio fuera de nuestras fronteras".