Piedra
EUROPA PRESS/UMA
Actualizado: martes, 7 noviembre 2017 16:29

MÁLAGA 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

La nueva Facultad de Psicología de la Universidad de Málaga (UMA) está más cerca de ser una realidad con la colocación, este martes, de la primera piedra del edificio por parte de autoridades y miembros de este centro académico.

La parcela de la ampliación de Teatinos ubicada frente a Ciencias de la Salud y que linda por detrás con el Complejo de Estudios Sociales y de Comercio albergará esta titulación, que en la actualidad comparte espacios con los grados de Ciencias de la Educación.

El rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez; los vicerrectores de Smart Campus y Política Institucional, Raquel Barco y Juan Antonio García Galindo; el delegado del Gobierno de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo; representantes de la Diputación Provincial, de las constructoras Ferrovial y Lasor; la actual decana de Psicología, Rosa Esteve y su antecesor, Julián Almaraz, y los arquitectos: Miguel Ángel Sánchez y Eduardo Pérez, han asistido este martes al acto de colocación de la primera piedra.

Todos ellos han manifestado su "ilusión" por la llegada de este día. Según la vicerrectora, el nuevo inmueble "representa en su totalidad el concepto de Smart-campus, ya que en él prima la eficiencia energética y emplea las nuevas tecnologías para hacer la habitabilidad mucho más agradable".

Por su parte, el rector ha reconocido en tono jocoso llevarse "el prestigio de la labor realizada por los que me precedieron" y ha lamentado la "excesiva burocracia" que ha dilatado tanto el arranque de las obras. El presupuesto de adjudicación de las obras ronda los 28 millones de euros. Su plazo de ejecución, alrededor de dos años.

La parcela donde se ubicará el edificio tiene una superficie de 9.123,13 metros cuadrados. El proyecto inicial que ganó en su día el concurso de ideas se denomina 'Muros de Luz', de LLPS Arquitectos, y se basa fundamentalmente en una apuesta por las medidas de sostenibilidad.

EDIFICIO

La edificación se dividirá en dos partes claramente diferenciadas: la oriental, con un pabellón transparente de una sola altura que alberga las zonas comunes del proyecto, y la occidental, que incluye la parte del edificio que se encuentra elevada, donde se desarrollarán el resto de los usos.

Dichas zonas quedan conectadas mediante un gran jardín de luz descubierto, que conecta la parte exterior cubierta y la parte interna acristalada del área de planta de acceso.

Se trata, en definitiva, de un edificio singular, bioclimático y ecológicamente sostenible gracias al uso de algunas técnicas novedosas. El arquitecto Eduardo Pérez explicó, por ejemplo, que en la cubierta se desarrolla un jardín-bioclimático donde se usan energías renovables, así como sistemas pasivos para el óptimo ahorro energético.

La totalidad de la cubierta estará calada verticalmente por patios repartidos de manera uniforme, que se intercalarán a su vez con zonas verdes, de estancia y de contemplación.

Este jardín estará dotado de un sistema de canalización de agua en circuito cerrado y de captación de agua de lluvia que otorgará un procedimiento de ahorro en el mantenimiento y riego del jardín. La instalación recupera el agua gris producida por lavabos y duchas y el agua de lluvia, que será utilizada posteriormente en inodoros, urinarios y riego.

Según los arquitectos, los usos más comunes del nuevo inmueble se ubicarán en las dos primeras plantas y los usos más 'privados' en las dos últimas. En todas ellas los diferentes espacios quedan ordenados por los patios estructurales de luz, que calan todo el edificio y lo dotan de luminosidad y ventilación natural.

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