MÁLAGA 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
El curso de formación 'Ecobuilding For Future', organizado por el GDR Valle del Guadalhorce y acogido por La Noria espacio de Innovación Social de la Diputación de Málaga y financiado por el programa Erasmus+ con la Junta de Andalucía como agencia nacional, ha desarrollado y construido un váter seco que no necesita conexión a la red de saneamiento ni agua, lo que le convierte en "idóneo" para su instalación en senderos.
"Es tangible, de madera reciclada y tiene un hermoso corazón en su entrada porque nos quiere", ha explicado la coordinadora del proyecto, Ana Hevilla Ordóñez, explicando que dicho prototipo, creado por los participantes del curso, "no necesita conectarse a la red de saneamiento, tampoco agua, y todo lo que se genera en él sirve para continuar el ciclo de la propia naturaleza".
La idea de su construcción, según ha explicado Hevilla Ordóñez a Europa Press, surgió gracias a un joven arquitecto de la comarca, Miguel García, que participaba en el programa de movilidad Erasmus+ y propuso llevar esta propuesta constructiva a otras zonas de Europa como "una buena práctica medioambiental".
"Nos decidimos a presentar el proyecto a la iniciativa Erasmus+ como un curso de formación y finalmente fue aprobado", ha señalado al respecto, informando de que, de ese modo, del 17 al 23 de enero, acogieron a 16 jóvenes de distintas nacionalidades --Austria, Estonia, Polonia, Italia, Portugal y Hungría-- "para diseñar un prototipo de lo que sería la construcción de un váter seco estándar que tuviera las características que nos interesan".
En cuanto a dichas características, se encuentran, según ha enumerado, que "no tiene conexión al sistema sanitario, es de fácil construcción y no usa agua. Es natural y revierte en la naturaleza".
Por ello, ha explicado, "consideramos que es un buen prototipo para ponerlo en senderos, por donde pasa gente, y encontrándose en un medio natural. Está construido de madera reciclada, para que no tenga ningún impacto medioambiental, y así en medios naturales tampoco tiene impacto visual, se camufla".
En cuanto a su funcionamiento, el prototipo consta de "una separación de la orina y las heces, posicionándolas en dos tanques: la orina va a una especie de garrafa, donde se va acumulando, mientras que las heces van a parar a un material de cobertura, en este caso serrín, que lo cubre". Así, ha añadido, "una vez cubierto no huele y, pasado el tiempo, cuando se saca al material, está totalmente descompuesto y se devuelve a la naturaleza como si fuese tierra, por lo que no necesita ninguna energía y se devuelve como materia orgánica".
El curso, que finalizó el pasado 23 de enero, fue una experiencia formativa colaborativa en la que el trabajo en equipo, la motivación, el contenido técnico, la interculturalidad y la práctica de idiomas mostraron "que la educación no formal sirve realmente, se aprende y desarrollan las competencias claves para nuestro desarrollo personal y profesional y además da como resultado esta instalación no solo interesante sino bonita en toda su magnitud", calificándolo Hevilla Ordóñez de "éxito".
Por último, la coordinadora ha concluido expresando que el objetivo ahora es ponerlo a prueba, "ver en un determinado tiempo qué utilidad se le da y qué mantenimiento necesita". Actualmente el prototipo se encuentra instalado y en funcionamiento en los jardines de La Noria, estando aún pendiente si lo dejarán allí o en algún sendero.