MÁLAGA 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director brasileño Haroldo Borges ha presentado este lunes su película 'Saudade fez morada aqui dentro' en el 26 Festival de Cine de Málaga, en cuya sección oficial compite. Es la historia de un adolescente que va perdiendo la vista y que, según su propio realizador, resulta "una metáfora perfecta del Brasil que vivimos" durante el Gobierno de Jair Bolsonaro.
La trama sigue la historia de un joven huérfano de un pueblo rural de Brasil, que se enfrenta a una enfermedad ocular degenerativa. El adolescente se tendrá que replantear la alegría y el primer amor desde una nueva perspectiva.
El coguionista y realizador de la cinta, Haroldo Borges, ha participado en una rueda de prensa tras la exhibición de su obra en el cine Albéniz acompañado de los productores Paula Gomes, Marcos Bautista y Ernesto Molinero. Se trata de la representante de Brasil en el certamen cinematográfico.
"Era el momento de contar una historia sobre la ceguera, pero no una historia apocalíptica sino hacia la esperanza. Rescatamos la historia de ese chico de 15 años, que parecía una metáfora perfecta del Brasil que estábamos viviendo", ha valorado Borges.
Para ello, usa un tono cercano al documental en el que los propios actores no son profesionales, sino chicos de la zona donde grabaron: "Son lo mejor de la película. Conocimos unos 1.300 chicos en las escuelas y a aquellos más entusiasmados con la idea de hacer una película, los agarrábamos. Nos quedamos casi seis meses viviendo ahí en ese pueblo y muchas de las cosas que pasaban en el set las añadíamos a la historia", ha relatado el director.
La productora y coguionista del filme, Paula Gomes, ha contado cómo fue el proceso de creación de la trama: "El trabajo de escritura para nosotros es siempre desafiante. Nos gusta que el guion sea de verdad una guía, algo que nos apunta un camino; pero yendo muy dispuestos a vivir la experiencia de estar ahí con esos chicos y en ese pueblo".
"Tratamos de tener siempre lagunas abiertas para ir llenando mientras rodamos", ha planteado Gomes, que ha explicado cómo animaban a los actores a desarrollar las conversaciones con naturalidad: "La apuesta siempre fue ir, vivir, plantar una semilla con ese guión y ver qué se podía cosechar después".
Esa naturalidad y cercanía se convirtió en mucho material filmado, al modo de los documentales, que supuso un importante trabajo de edición pero también le dio a la historia la viveza que buscaban: "Queríamos tener la alegría como forma de rebelarnos tras cuatro años tan difíciles", ha sentenciado Gomes.