MÁLAGA 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Unidad de Onco-Alergia del Hospital Vithas Xanit Internacional cumple una década como uno de los referentes nacionales en este ámbito dentro de la sanidad privada, habiendo completado alrededor de trescientos ciclos de quimioterapia en pacientes oncológicos.
Clara Isabel Pérez Padilla, jefa de los servicios de alergología de los Hospitales Vithas Xanit de Benalmádena y Vithas Málaga, ha explicado que "gracias a las técnicas de desensibilización, y contando con la inestimable ayuda del servicio de farmacia y del equipo de enfermería, resolvemos los problemas alérgicos que surgen en la administración de ciertos tratamientos quimioterápicos en pacientes con cáncer".
"Si la reacción surge durante la fase de adyuvancia, tratamiento que se administra para reducir el riesgo de recidiva en pacientes sin enfermedad activa, normalmente se puede ajustar el protocolo de actuación, pero en los casos de metástasis, el oncólogo se ve obligado a buscar alternativas, que pasan por la suspensión del fármaco o por contactar con el Servicio de Alergología para que nos ayuden a administrar ese medicamento que es necesario", ha matizado Cantizani, al tiempo que ha añadido que la elección del esquema quimioterápico en cada momento específico de la enfermedad es fundamental.
En este último escenario, la situación, han indicado en un comunicado, se resuelve "realizando una compleja técnica de desensibilización, que consiste en administrar concentraciones mínimas y progresivamente crecientes del quimioterápico al que el paciente es alérgico hasta conseguir que lo tolere", ha subrayado Gonzalo Campos, alergólogo del hospital Vithas Xanit.
Entre los fármacos que más reacciones alérgicas provocan están el taxol y el oxaliplatino, ha indicado Cantizani y ha matizado que "aunque estas no suelen ser frecuentes, en el caso de que se presenten, pueden desembocar en síntomas que van desde los más leves hasta los más graves, como la fibrilación auricular o el shock anafiláctico".
Estas técnicas de desensibilización también benefician a pacientes de otras áreas, como por ejemplo cardiópatas con alergia al ácido acetil salicílico (aspirina), pacientes con alergia a tratamientos biológicos, o incluso pacientes ingresados que requieren un antibiótico que le es fundamental, según señala la doctora Pérez Padilla.