GRANADA 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El acusado de apoderarse en 2018 de una valiosa talla de Santa Margarita de Cortona del convento de Los Ángeles de Granada ha declarado que se la "compró a las monjas por 10.000 euros" bajo el convencimiento de que ellas "tenían permiso para venderla" y asegura que en ese momento "no sabía nada de su valor".
La Sección Segunda de la Audiencia de Granada ha acogido este martes la primera sesión del juicio por la sustracción de esta figura barroca del siglo XVIII atribuida a José de Mora. Está valorada en unos 400.000 euros y, a pesar de estar incluida en el registro del Patrimonio Histórico Andaluz, acabó siendo ofrecida para la venta en la Feria de Arte y Antigüedades de Nueva York.
La Fiscalía ha solicitado cinco años de prisión para el principal acusado por un delito de apropiación indebida después de que presuntamente recibiera la pieza para su restauración y se apoderara de ella devolviendo a las monjas una copia, que inicialmente no detectaron el cambiazo.
El acusado ha negado esta versión, matizando que no es restaurador sino que se dedica a la compraventa de antigüedades. "Me dijeron que el convento estaba cerrado y que querían vender cosas". "Vine aquí, me gustó y la compré y luego ya me enteré de que era buena", ha relatado a preguntas de la fiscal del caso.
Según defiende, en ese momento desconocía que la obra formara parte del Patrimonio Histórico Andaluz o que estuviera prohibido comerciar con esta clase de bienes. "También compré un San Agustín de la misma medida", ha llegado a decir durante el juicio del caso, en el que también ejerce acusación la Junta de Andalucía.
Según ha relatado, pagó a las monjas "en mano" y no hizo ningún documento que acreditara la operación porque ellas "no quisieron", así como tampoco firmó el escrito que las religiosas le entregaron exponiendo que le entregaban la Santa Margarita junto a otras piezas para su restauración.
La talla acabó siendo ofrecida para subasta en la Feria de Arte y Antigüedades de Nueva York a través de una galería de arte madrileña cuyo propietario también está acusado en esta causa y que se enfrenta a una petición fiscal de tres años de prisión por un delito de receptación.
Esta persona ha declarado que compró la imagen al otro acusado por 90.000 euros --la mitad del pago fue con dinero y el resto con un coche de segunda mano-- pero desconocía que viniera de un convento o que existiera en todo caso un origen ilícito que impidiera comerciar con ella.
Ha relatado que tras hacer indagaciones sobre el valor de la obra, "que no constaba como robada", obtuvo el permiso del Ministerio de Cultura para exportarla y la ofreció para la venta en la feria de Nueva York a un precio de 350.000 euros. La imagen no llegó a salir hacia Estados Unidos y fue recuperada tras ser entregada a los agentes encargados de la investigación.
Además de las penas de prisión, la Fiscalía solicita que el principal acusado sea condenado al pago de una multa de 9.900 euros y pide otra de 8.100 para el propietario de la galería de arte, según consta en el escrito de conclusiones provisionles, al que ha tenido acceso Europa Press. El juicio está previsto que quede visto para sentencia este miércoles.