GRANADA 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El acusado de intentar matar a su compañera sentimental a cuchilladas después de tirarla al suelo en el transcurso de una discusión en el domicilio en el que convivían en Alhendín ha mantenido, ante el tribunal que lo juzga en la Audiencia Provincial de Granada, que le clavó el cuchillo "accidentalmente" cuando él, según su versión, intentó quitarse la vida y ella trató de evitarlo.
El hombre, para el que la Fiscalía pide nueve años y medio de prisión por la presunta comisión de un delito de homicidio en grado de tentativa, ha explicado que el forcejeo, que tuvo lugar el 17 de octubre de 2015, tuvo lugar después de que la mujer le comenzara a "atacar" porque tenía "celos" y creía que la "iba a abandonar", ya que había ido a recoger ropa para trasladarse a Motril a buscar trabajo, y hacer frente a una deuda económica de 10.000 euros que tenía con ella.
Cuando esta mujer, de 46 años, le dijo --según la versión que ha mantenido el acusado ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Granada, donde este miércoles ha comenzado el juicio--, que "era un mal padre" y había "abandonado" a sus hijos, de dos relaciones anteriores, él ha mantenido que decidió suicidarse, lo cual había intentado en anteriores ocasiones. Recurrió a un cuchillo que había en el fregadero de la cocina.
Según ha sostenido el acusado, ella supuestamente habría tratado de evitarlo, agarrando el arma blanca por la cuchilla, mientras él habría cerrado los ojos tirando del cuchillo, que sostenía por el mango, hacia él. Cuando volvió a mirar, ella ya tenía la herida en la parte izquierda del cuello, ha agregado para mantener también que "no hubo más agresiones".
"Hice lo que pude por intentar ayudarla", a partir de ese momento, ha mantenido el acusado, negando la versión de los hechos de la Fiscalía, que, antes al contrario, asegura que, sobre las 17,00 horas de aquel día, el encausado, que está en prisión provisional por estos hechos, entabló una discusión con su pareja, la empujó y, al caer al suelo, "la sujetó y le clavó un cuchillo en el cuello mientras le decía: te voy a matar".
Luego, le volvió a clavar supuestamente el cuchillo en diversas ocasiones, pese a los "esfuerzos" de ella por evitarlo. Finalmente, el acusado se levantó y "permaneció sentado en un sillón o caminando alrededor" de la mujer, que "se desangraba y quien le pedía que llamara a una ambulancia, haciendo el encausado caso omiso a sus súplicas".
Sobre las 18,30 horas, se personó en la vivienda la hija de la mujer, y se marchó él, para quien la Fiscalía pide también una orden de prohibición de aproximación a la víctima a menos de 300 metros, y de comunicación con ella durante 18 años.
La mujer sufrió heridas por arma blanca en la zona del hombro derecho, la parte lateral izquierda del cuello, que le afectó a la vena yugular interna --que puso "en grave riesgo" su vida--, y dedos, junto con hematomas, por los que necesitó asistencia médica y quirúrgica que la tuvo hospitalizada durante tres días, e impedida durante 120 días.
Él ha afirmado ante el tribunal que avisó a los servicios sanitarios, pero ha señalado que no recuerda lo que dijo porque sufrió varios "ataques epilépticos" esa tarde e incluso perdió "la noción" de dónde estaba. Asimismo, ha explicado que no sabe cómo se produjo ella la lesión en el hombro, ni que tratara de agredirla en el estómago.
También ha negado que le dijera que la iba a matar, y que se llevara el cuchillo cuando huyó "corriendo" porque los vecinos lo estaban "señalando" como un "asesino" a las puertas del domicilio.
La víctima ha declarado como testigo tras el acusado, para el que pide, como acusación particular, 15 años por supuesto intento de asesinato y orden de alejamiento y no comunicación por 26 años. Ha desmentido su versión, y ha señalado que, cuando intentó llamar a su hija cuando vio que la situación se tornaba "fea", su compañero --con el que la relación estaba "totalmente rota" desde días atrás, y había ido a coger su ropa-- le tiró el móvil.
Tras la agresión, en la que la arrojó al suelo y se le subió encima, "las vueltas que daba alrededor mía era esperando a que me muriera", ha señalado, negando que él sufriera un ataque epiléptico ese día, pues era algo que "fingía" cuando ella le decía que "no podía soportar la situación" y "no tenía para mantenerlo". También ha negado los intentos de suicidio del acusado.
Cuando llegó su hija, el acusado solo, según su versión, "abrió un poquito la puerta" y le dijo "que se fuera, que lo que iba a ver no era muy agradable". Aún así, consiguió acceder a la casa para llamar a servicios sanitarios y Guardia Civil, y el hombre se marchó tras coger unas gafas de sol y una mochila, y el cuchillo, que luego descubrió que faltaba de una caja de la cocina, el cual "lo llevaba en el bolsillo del pantalón". Ha aportado un escrito con una resolución de la Seguridad Social en que declara su incapacidad laboral como consecuencia de estos hechos.
Está previsto que el juicio continúe con las testificales y las distintas pruebas periciales propuestas por las partes este próximo jueves, y que se reanude la semana que viene, con la comparecencia de nuevos testigos y la audición de unas grabaciones referentes al caso.