SEVILLA 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El juicio iniciado este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla para juzgar a los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, así como a otros 20 ex altos cargos autonómicos por el denominado procedimiento específico por el que se concedían las ayudas de los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares, ha contado con un fuerte despliegue mediático y policial, si bien la expectación no se ha traducido en concentraciones ciudadanas ni incidentes.
Con motivo del inicio del juicio, los aledaños de los juzgados del Prado de San Sebastián y del edificio de la Audiencia Provincial de Sevilla habían sido acotados por la Policía Nacional, mediante un vallado perimetral custodiado por vigilancia contratada a tal efecto y agentes de la Policía Nacional.
A las puertas de la Audiencia Provincial, así, se agolpaban numerosos fotógrafos, cámaras de televisión y periodistas, para cubrir la llegada de los 22 ex altos cargos de la Junta acusados por esta pieza de la investigación de la presunta trama de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos. No en vano, para la cobertura de la vista oral están acreditados unos 160 profesionales de 40 medios de comunicación.
El goteo de acusados hasta las puertas de la Audiencia Provincial ha transcurrido sin incidente alguno, pues pese a toda la expectación mediática, no se han presenciado reuniones espontáneas de ciudadanos ni ningún incidente reseñable. Tan sólo a la llegada inicial del exvicepresidente y exconsejero de la Presidencia Gaspar Zarrías y la exconsejera y exministra de Fomento Magdalena Álvarez, quienes llegaron juntos a bordo de un vehículo, pudo escucharse una solitaria y lejana increpación.