SEVILLA 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El número de niños y adolescentes que crecen en el sistema de protección de Andalucía ha aumentado un cinco por ciento, pasando de 9.337 a 9.811, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. La mayoría de estos niños que han sido privados del cuidado parental y cuya tutela o guarda ostenta la Junta vive en acogimiento familiar, si bien el 43% aún lo hace en centros residenciales.
En toda España hay 51.203 niños, niñas y adolescentes en el sistema de protección, un 6% más que el año anterior. Aldeas Infantiles SOS ofreció en 2023 un entorno familiar protector a 1.320 niños, niñas y adolescentes que crecían sin el cuidado de sus padres en España y a 65 en Andalucía, según ha detallado la entidad en un comunicado.
Estos datos se extráen del último Boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia y la adolescencia, del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, elaborado con información de 2022.
El acogimiento familiar (57%) predomina sobre el residencial (43%), registrándose 3.019 acogimientos familiares, que descienden un 1 % respecto al año anterior, y 2.281 acogimientos residenciales, que descienden, a su vez, un dos por ciento. El resto de los niños, niñas y adolescentes se encontraban a 31 de diciembre en estudio o con una medida de apoyo previo a dictarse la medida protectora más adecuada. Es este último grupo el que ha crecido significativamente.
En cuanto a los acogimientos familiares según el tipo de familia, predominan las familias ajenas (52,2%) sobre las extensas (47,8%). Los grupos de edad mayoritarios son 0-3 (1.280), 4-6 (738) y 7-10 (678). Y prevalece ligeramente el sexo masculino (1.533) sobre el femenino (1.486). De todos ellos, la gran mayoría son españoles y solo un 3,6% extranjeros.
Una mirada más detallada al acogimiento residencial en Andalucía nos muestra, asimismo, una mayoría de niños (65,5%) sobre niñas (34,5 %). En esta modalidad, el 33,3 % son de nacionalidad extranjera. Los grupos de edad mayoritarios son 15-17 (849) y 11-14 (811). A pesar de lo establecido en la Ley de Protección Jurídica del Menor, 172 niños y niñas menores de seis años crecen en acogimiento residencial.
En toda España, más de 51.200 niños, niñas y adolescentes viven en acogimiento, una cifra un 6% más alta que el año anterior, lo que se debe principalmente al aumento del 5,5% de los acogimientos residenciales y de los casos en estudio con medidas de apoyo previas. A nivel nacional, predomina también el acogimiento familiar (52%) sobre el residencial (48%), si bien hay más familias de acogida extensas que ajenas. Accede aquí a los datos nacionales.
Aldeas Infantiles SOS valora positivamente que los acogimientos familiares sean mayoritarios. "Se cumple así lo estipulado en la Ley del Menor, que señala que, ante la retirada de la tutela de un niño o niña de sus padres, la primera medida de cuidado alternativo recomendada es el acogimiento familiar y, si es posible, en familia extensa, es decir, en aquellas familias que tienen un vínculo de parentesco con el niño o niña", explican desde la organización.
Por el contrario, la organización de atención directa a la infancia lamenta la ausencia de datos estadísticos sobre los grupos de hermanos y hermanas en acogimiento y sobre cuántos de ellos son separados cuando se toma la medida de protección, una realidad que, según la legislación, solo debería ser aceptable cuando existan razones convincentes que demuestren que mantenerlos juntos es contrario a su interés superior.
ALDEAS EN ANDALUCÍA
Aldeas Infantiles SOS dispone de dos Programas de Protección en Andalucía: una Aldea Infantil SOS y una Residencia de Jóvenes, ambas en Granada. En ellos proporciona un cuidado alternativo de calidad a niños, niñas y adolescentes privados del cuidado parental, en colaboración con la Junta de Andalucía. En 2023 estos hogares acogieron a 65 niños, niñas y adolescentes y apoyaron a 53 familias.
Además, la organización, que considera esencial implementar medidas que permitan intervenir a tiempo y prevenir que las situaciones de riesgo se conviertan en casos de desamparo, ha incrementado considerablemente sus Programas de Prevención en todo el país. En Andalucía cuenta con seis Centros de Día (cuatro en Granada, uno en Málaga y uno en Jaén), un Centro de Educación Infantil y un Programa de Familias. Desde ellos se realiza un trabajo de fortalecimiento familiar con niños, niñas y familias derivadas por los servicios sociales. A lo largo del año, 1.082 niños y niñas y 714 familias fueron atendidas en estos Programas de Prevención.
Por último, Aldeas acompañó a 283 chicos y chicas que habían salido del sistema de protección, o estaban a punto de abandonarlo, y a 27 familias, a través de su Programa de Jóvenes, mediante el cual se les prepara para su emancipación, dándoles los apoyos necesarios para que puedan vivir de manera autónoma, y favoreciendo su plena integración social y laboral.
En total, Aldeas atendió a 1.430 niños, niñas y jóvenes y a 794 familias en Andalucía en el último año, entre sus programas de cuidado alternativo, fortalecimiento familiar y apoyo a los jóvenes.
SOBRE ALDEAS INFANTILES SOS
Aldeas Infantiles SOS está presente en España desde 1967. Forma parte de una Federación Internacional fundada en 1949 en Austria y con presencia en 136 países (SOS Children’s Villages). Las asociaciones miembro tienen carácter autónomo e independiente, funcionan de acuerdo con estatutos y la legislación de su país. En 2016 fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
Su misión es atender a niños, niñas y jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, impulsando su desarrollo y autonomía mediante el acogimiento en entornos familiares protectores y el fortalecimiento de sus redes familiares, sociales y comunitarias. Trabaja para fortalecer a las familias vulnerables, de modo que puedan atender adecuadamente a sus hijos; protege a los niños y niñas que se han visto privados del cuidado parental, a los que brinda un entorno familiar protector en el que puedan crecer sintiéndose queridos y respetados, y acompaña a los jóvenes en su proceso de maduración e independencia.