SEVILLA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
BBVA Research prevé que el PIB de Andalucía crezca un 3,2 por ciento en 2017 y un 2,5 por ciento en 2018 teniendo en cuenta, entre otro factores, el escenario más probable de los efectos de la situación en Cataluña, que pronostica una bajada de tres décimas en las estimaciones de incremento del PIB nacional y su reflejo en la comunidad andaluza.
Así lo indica el servicio de estudios de BBVA en su último informe 'Situación Andalucía', presentado este lunes por el responsable de análisis macroeconómico de BBVA Research, Rafael Domenech, y el director de la Territorial Sur de BBVA, José Ballester. De cumplirse estas previsiones, que han considerado "prudentes", se podrían crear 206.000 puestos de trabajo hasta final de 2018 en Andalucía y la tasa de paro se reduciría hasta el 23,2 por ciento.
Según el estudio, en el bienio 2017-2018 la economía andaluza seguirá creciendo por encima de su media desde 1981, completando cinco años con un crecimiento medio cercano al 2,5 por ciento. Sin embargo, algunos factores como los atentados terroristas de agosto en Cataluña, la situación política en esa misma comunidad y el previsible retraso en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PBE) para 2018 introducen un sesgo negativo adicional de incertidumbre que puede afectar al crecimiento regional.
En cuanto al empleo, el estudia indica una previsión para Andalucía de crecimiento del 3,2 por ciento en 2017 y 2,5 por ciento en 2018. Ello supone que en Andalucía se podría crear el 20 por ciento del empleo nacional. Sin embargo, la recuperación no se está produciendo por igual en todas las áreas de la región, siendo el sur de la comunidad más dinámico, beneficiado por el buen comportamiento del turismo extranjero.
De igual manera, Domenech ha señalado que la tasa de temporalidad sigue siendo alta, aunque "lejos" del 30 por ciento que registraba antes de la crisis. "Hay que trabajar por que el empleo sea de calidad y productivo", ha señalado.
La inercia positiva reciente de la actividad y empleo, así como las expectativas favorables para el consumo y la inversión residencial son algunos de los factores que lo explican. A ello se suma un entorno internacional que seguirá impulsando la demanda de productos andaluces y una política monetaria expansiva.
Además, continúa incrementándose la productividad en sectores clave, como el comercio, el transporte, la hostelería y las manufacturas, pero también en otros servicios como las actividades profesionales, lo que supone un elemento de soporte para el crecimiento regional futuro.
La región recuperará prácticamente su nivel absoluto y per cápita del PIB precrisis en 2018 y el crecimiento de la productividad media en los diversos sectores supone un soporte para mantener esa tendencia en el medio plazo. En todo caso, aún si se cumplen estas previsiones, la tasa de desempleo se situará a finales del año siguiente unos nueve puntos porcentuales por encima de su nivel a comienzos de 2008.
FACTORES DE CRECIMIENTO
Entre los factores que explican el crecimiento del PIB en la comunidad, BBVA Research destaca la política monetaria expansiva que apoya el gasto de las familias. Así, en los tres primeros trimestres, el consumo doméstico en Andalucía creció un 0,8 por ciento, una décima más que el conjunto de España. Además, el mayor dinamismo del mercado laboral también se traslada al consumo de los hogares.
Otro de los factores que destaca es el turismo que se desacelera, "posiblemente por factores estructurales". Según señala, el sector podría estar acercándose a niveles de saturación, particularmente en los destinos tradicionales de playa, aunque, según ha señalado Domenech, en Andalucía queda "margen" de mejora.
La aceleración de la demanda externa y la corrección de efectos transitorios es otros de los factores, ya que el sector exportador andaluz acelera y el crecimiento podría situarse cercano al 20 por ciento en 2017. Además, los bienes de equipo y semimanufacturas han sido los soportes del crecimiento y la recuperación de la economía europea está ayudando a tener un mejor desempeño en 2017.
El estudio también marca las reformas y el mejor contexto internacional que impulsan la inversión como factor de crecimiento en Andalucía. Según apunta, las reformas implementadas durante los últimos años junto con la recuperación de la demanda externa han impulsado la inversión y creación de empleo. Además, incrementos en la inversión anticipan aumentos de la capacidad productiva o ganancias de competitividad que deberían continuar favoreciendo el crecimiento de las exportaciones de bienes.
La incipiente recuperación de la construcción residencial también está ayudando a la región, ya que el dinamismo del sector es superior a otras zonas con menor demanda, lo que se traslada a una mayor recuperación del empleo.
El informe señala que esta recuperación se produce en un entorno de reducción del déficit autonómico y "si Andalucía mantiene el esfuerzo probablemente cumpla con sus compromisos este año".
RIESGOS
El estudio estima un entorno externo favorable --crecimiento global, precio del petróleo bajos, tipos de interés libres de riesgo históricamente bajos y prima de riesgo reducida-- que seguirá apoyando la recuperación.
No obstante, señala la tensión política en Cataluña y la "gran incertidumbre" que conlleva como uno de los riesgos a tener en cuenta. En el escenario más probable, la situación en Cataluña afectaría entre una décima y cinco décimas de bajada en el crecimiento, mientras que en el escenario más improbable pero más duro, este efecto iría desde las dos décimas hasta un punto de bajada.
Si bien, indica que estimar el impacto en el PIB por esta situación es "complicado" y dependerá de la intensidad en el incremento de la incertidumbre, de su extensión en el tiempo y de sus efectos en el resto de España. En el caso de Andalucía, el estudio señala que el impacto podría ser limitado dada la baja exposición de la región a Cataluña.
Otro de los riesgos que señala el informe es el Brexit, donde la exposición de Andalucía se sitúa entre las mayores de España, ya que es el tercer socio comercial, con casi un 13 por ciento de cuota, subiendo al 30 por ciento en el caso de alimentos, bebidas y tabaco.
El estudio también insta a Andalucía a "no perder el tren" de adopción de nuevas tecnologías, donde se encuentra ligeramente por debajo del promedio nacional y con mucho margen de mejora respecto a las regiones líderes en Europa.
Entre los retos que tiene por delante Andalucía se encuentra aumentar el nivel de complejidad y conectividad de las exportaciones de bienes, lo que permitiría un mejor aprovechamiento de la mejora del entorno global, particularmente en los mercados emergentes. Además, Andalucía también debe incrementar la productividad, teniendo en cuenta que se sitúa por debajo del promedio de sus pares.