SEVILLA 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El incendio que ha tenido lugar este lunes en una cueva ubicada en la zona norte de la ciudad de Almería y en el que han muerto tres jóvenes eleva a once los sucesos más graves de este tipo ocurridos en viviendas o espacios habitados en los últimos diez años y hace que se contabilicen un total de 39 fallecidos.
El incendio de Almería se registró en torno a las 20,00 horas, cuando se avisó a los servicios de emergencias de que un sofá estaba ardiendo dentro de una cueva situada en un paraje escarpado, en el barrio de Los Ángeles de Almería capital y de que dentro había tres personas atrapadas. Finalmente, el suceso ha provocado la muerte de una chica de 12 años, otra de 14 años y otra de 21 años que se encontraban en el interior de la estancia.
Se trata del primer suceso grave de estas características de este 2017, después de que la última semana del año pasado resultase trágica al producirse un incendio en Jerez y otro en Jaén, que se cobraron la vida de seis personas. En Jerez fallecieron a causa del incendio un matrimonio y su nuera de 18 años y en Rus murieron tres temporeros que se encontraban en la localidad para trabajar en la campaña de recogida de la aceituna.
El año 2016 acumuló tres sucesos de este tipo ya que en el mes de mayo, también en Jaén, un fuego en una vivienda en Puente Tablas, a cinco kilómetros de la capital jiennense, murieron cinco miembros de una misma familia cuando se produjo una gran deflagración al intentar encender una chimenea.
El incendio comenzó en el salón de la vivienda cuando intentaron encender la chimenea con gasolina y en él fallecieron dos niños -un bebé de cinco meses y otro de cuatro años--; su padre, de 36 años; el abuelo paterno, de 64; y la abuela materna, de 78. Se convirtió así en el siniestro con más fallecidos de un trágico año.
Sevilla es la provincia que más sucesos de este tipo acumula, cuatro grandes incendios desde 2007, con un total de 20 fallecidos, entre ellos el más grave fue el que en febrero de 2010 acabó con la vida de seis personas en la residencia de mayores 'Aurora' de la capital hispalense. El fuego se provocó por una incidencia de "tipo eléctrico" y además de los fallecidos, dos varones y cuatro mujeres, otras 21 personas tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios.
Otra de las grandes tragedias por este tipo de sucesos tuvo lugar en Écija en 2008, provocada por un brasero que quedó encendido durante toda la noche; en ella murieron un matrimonio, de 59 y 56 años, tres de sus hijos, de 26, 16 y 19, y el novio de una de ellas, de 18 años.
Sin embargo, los vecinos de la zona creyeron que podría haberse evitado si los bomberos no hubiesen tardado tanto tiempo en llegar a sofocar el fuego. De hecho, la situación derivó en disturbios contra la dotación de bomberos y la Policía Nacional terminó al cabo de algunos días deteniendo a unas quince personas por los altercados.
Por su parte, el único suceso grave recontado en Málaga es el ocurrido en Vélez-Málaga en el año 2011, cuando murieron tres miembros de una misma familia -- una mujer, su esposo, de 58 años, y el hijo de ambos, de 28 años-- en una vivienda de la cuarta y última planta de un bloque de viviendas.
BEBÉS Y MAYORES
Los niños pequeños y las personas ancianas son las víctimas más habituales de estos sucesos, entre ellos el dramático incendio que tuvo lugar en enero de 2015 en Lora del Río (Sevilla), donde en un piso murieron una mujer de 25 años y sus dos hijos mellizos menores de edad. En el mes de noviembre anterior, en Arahal habían fallecido un matrimonio de ancianos de 70 y 72 años, un nieto de once años y otro de 18.
Por su parte, en Granada hubo dos incendios de estas características, ambos en el año 2007. El primero de ellos tuvo lugar en abril de aquel año, cuando perdieron la vida un bebé de 18 meses, su madre, de 40, y otra mujer, de 28, tras incendiarse la caravana en la que los tres dormían en una comunidad hippy en Órgiva.
En verano de aquel mismo año, dos menores y otro joven de 19 años murieron tras intentar provocar un incendio con bolsas de gasolina en una calle del centro de Granada. Las investigaciones apuntaron a que pretendían vengarse de un vecino pero su idea se convirtió en su propia trampa mortal.