SEVILLA, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Pleno de la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se reunirá en sesión ordinaria a partir de las 11,00 horas de este lunes al objeto de estudiar la situación de la cuenca, que se encuentra ya en "alerta" en su sistema de regulación general --casi toda se dedica al riego de los cultivos-- como consecuencia de la sequía que se vive en la comunidad autónoma andaluza, y las perspectivas hidrológicas existentes.
Fuentes del organismo han precisado a Europa Press que el orden del día incluye el debate del informe de la campaña 2016-2017 y de la situación hidrológica de ese mismo ejercicio, así como el tratamiento de la situación actual de la cuenca.
A la espera de ver cómo transcurren los próximos meses desde el punto de vista climático, por ahora no han existido declaraciones de emergencia salvo en puntos concretos como el área del Guadalbullón (Jaén) o Colomera y Cubillas (Granada), que afectan a muy poca superficie y gente, pues el sistema de abastecimiento "tiene más recursos y está mucho más tranquilo", según señalaba recientemente el presidente de la CHG, Antonio Ramón Guinea.
Y es que la preocupación se centra en el riego, aunque algunas demarcaciones tienen sistemas propios y están en mejores condiciones. "Si el año sigue así", puede ser conveniente acometer obras de emergencia, pero sin grandes inversiones "porque el abastecimiento está bien amparado", indicaba en una entrevista a Europa Press el presidente del organismo de cuenca, que apunta, si acaso, a la activación de antiguas instalaciones o bombeos alternativos.
"Si no cambia todo bastante, no se podrán dar las mismas dotaciones, ya se verá en función del invierno y la primavera, pero habría que recortar", ha dicho el máximo responsable del organismo de cuenca, que incide en la necesidad de dar información, porque "no hay nada peor que lanzarse a una campaña de cultivo y siembra y no haya agua".
Al respecto, todavía hay un periodo relativamente amplio de disponibilidad asegurada para el consumo humano, si bien se pide a los agricultores "prudencia y precaución" ante "unos recursos, como siempre, tirando a escasos".
Sobre cuánto se necesitaría que lloviera para que los embalses llegaran a un nivel más o menos aceptable, Ramón Guinea explica que "depende mucho de cómo llueve, no tanto de la cantidad de veces si no de cómo", ya que "si llueve mucho pero muy repartido el terreno no llega a saturarse de humedad y por lo tanto no corre tanto el agua".