SEVILLA 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Andaluza de Alzheimer (ConFeafa) ha ofrecido una serie de indicaciones útiles para los hogares que van a convivir durante el periodo vacacional del verano junto a personas con Alzheimer o cualquier otro tipo de demencia, tanto si viajan o cambian de domicilio como si permanecen en el mismo entorno. En este sentido, subraya la importancia de facilitar que las personas con el rol de cuidadora principal puedan disponer de momentos de ocio como pasear, tomar café, nadar o hacer algo de ejercicio. Para ello, ConFeafa considera "imprescindible" la implicación de las familias de las personas afectadas, con objeto de llegar a acuerdos con quienes llevan el peso principal de los cuidados.
A este respecto, la presidenta de la Confederación Andaluza de Alzheimer, Ángela García Cañete, ha señalado en un comunicado que "es fundamental poner el foco en uno de los aspectos menos tratados habitualmente cuando hablamos de la atención a personas con Alzheimer o cualquier otro tipo de demencia, la denominada soledad del cuidador, que muchas de estas personas sufren en un silencio que es muy difícil de sobrellevar". Para García Cañete, también es importante que la persona cuidadora "sepa pedir ayuda sin sentir culpabilidad por ello".
Por otra parte, ConFeafa ha ofrecido una serie de consejos para aquellas familias que van a convivir con alguna persona con Alzheimer durante las vacaciones de verano, un periodo especialmente propicio para romper con las rutinas habituales, intensificar las relaciones sociales o para los viajes. Entre las recomendaciones principales se encuentra la de evitar cualquier enfrentamiento ante posibles cambios de humor de las personas afectadas, manteniendo una actitud paciente y comprensiva hacia las mismas, ya que, aunque no puedan recordar los motivos de la discusión, sí podrían retener emociones negativas.
A pesar de las relajaciones propias del verano, también es positivo no alterar en la medida de lo posible los horarios de comidas o del sueño. Por otra parte, el periodo estival es propicio para el traslado a segundas residencias u otros cambios de entorno, lo que puede facilitar o aumentar la desorientación y la sensación de inseguridad en personas con demencia. Para ello, ConFeafa recomienda recurrir a acciones como dejar alguna luz encendida durante las noches o colocar en el nuevo espacio objetos que suelan permanecer en el entorno habitual, como, por ejemplo, fotografías, cojines o alguna silla a la que puedan tener apego.
Asimismo, para evitar que las personas con Alzheimer puedan desorientarse en la calle por haberse trasladado a un nuevo entorno, es recomendable proporcionarle algún elemento distintivo, como pulseras o medallas con su nombre y teléfonos de contacto de la familia o bien recurrir a dispositivos de geolocalización para evitar desapariciones. Si el traslado estival se realiza a hoteles o apartamentos, es útil advertir de la situación al personal de estos establecimientos para facilitar una actitud comprensiva que redunde en el bienestar de las personas afectadas y evitar posibles malentendidos.
HIDRATACIÓN Y ROPA ADECUADA
La alteración cognitiva propia de las personas con Alzheimer u otro tipo demencia les puede conducir a no interpretar bien las señales de su propio cuerpo ante los cambios bruscos de temperatura, lo que les hace especialmente vulnerables ante el calor del verano.
Por ello, ConFeafa recomienda supervisar una correcta hidratación con entre ocho y diez vasos de agua al día, además de fruta, ya que estas personas tienen un riesgo más alto de deshidratación. Además, es preciso mantener una temperatura fresca en espacios interiores, así como evitar en el exterior el exceso de exposición al sol, especialmente en las horas centrales del día, y procurar que usen ropa ligera y protectores como sombreros o gorras.