SEVILLA 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Consejo Andaluz de Enfermería (CAE) ha manifestado "su rechazo a la eliminación del requisito de nacionalidad comunitaria", del Estatuto Marco para ejercer en el Servicio Andaluz de la Salud (SAS). En este sentido, ha señalado que "es una medida con carácter excepcional", que la Junta adoptó a finales de 2023, y que "no debería prolongarse ni convertirse en una actuación rutinaria".
Asimismo, mediante una nota de prensa, el CAE ha lamentado "la normalizalización de una excepción a la norma". Según la propia Junta "el mantenimiento de esta medida viene justificada por la escasez o falta de determinados profesionales, lo que lo obliga a traer profesionales extracomunitarios para dar respuesta a las necesidades asistenciales", ha pronunciado el CAE.
Sin embargo, la organización colegial andaluza ha argumentado que los profesionales de enfermería de Andalucía, "año tras año se ven forzados a emigrar y salir de Andalucía en busca de mejores oportunidades profesionales y de una estabilidad laboral, que la administración autonómica ya debería garantizar y no recurrir en cambio a la contratación de profesionales extracomunitarios".
Asimismo, han asegurado que en los últimos cuatro años, según datos del Consejo Andaluz de Enfermería, "se estima que en torno a un 60% de los graduados en ese tiempo, se han visto obligados a marcharse a otras comunidades y a otros países, lo que se traduce en una fuga importante de talento".
Al hilo de esto, el CAE, ha sostenido que la solución pasaría por "la búsqueda de contratos de calidad y que garanticen el número suficiente de enfermeras, para dar cobertura a una población cada vez más envejecida, con necesidades de atención y cuidados cada vez más específicos".
"La sobrecarga de trabajo es una de las cuestiones que se dan con mayor frecuencia entre los profesionales de enfermería. Son muchos los casos, en los que se ven obligados a asumir contratos temporales, de interinidad, de corta duración, jornadas reducidas, duras condiciones laborales, sumado al poco reconocimiento del trabajo que están realizando", han mantenido.
La fuga se produce hacia comunidades como Navarra, Madrid, Cataluña o las Islas Baleares, en busca de "estabilidad laboral y profesional, así como posibilidades de investigación y promoción; que por falta de tiempo no pueden asumir".
El CAE ha señalado que "la sobrecarga laboral debería ser algo excepcional, y que las duras condiciones laborales que se dan en Andalucía afectan a todos los profesionales que trabajan en el SAS, tanto a nacionales como a extranjeros", algo que "deja a la región a la cola de las demás en cuando el desarrollo profesional y estabilidad laboral".
En este contexto, el Colegio de Enfermería ha apostillado que "sólo el año pasado, 1.200 enfermeras andaluzas solicitaron la baja por traslado a otras comunidades". "Si se analizan los datos de 2024, en los primeros cinco meses del año, ya se contabilizaban 1.524 egresados que han dejado Andalucía, igualando el número de profesionales que han completado su formación en la comunidad".
Por último, desde el CAE han instado al SAS a "establecer unas condiciones de trabajo dignas y estables como solución a los problemas de precariedad laboral de la profesión enfermera en Andalucía, y no a buscar alternativas como la normalización de una excepción como es la contratación de extracomunitarios, que en ningún caso beneficia a la profesión enfermera ni a la población andaluza".