SEVILLA 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Consejo Andaluz de Enfermería (CAE) ha propuesto este martes desarrollar medidas de prevención del cáncer cutáneo y el seguimiento de las manchas solares entre los menores. Desde el órgano colegial han resaltado que "es vital" conocer el tipo de piel de los niños y menores para "ser más conscientes de los peligros de desarrollar melanomas". En esta línea, han lanzado recomendaciones para prevenir esta enfermedad cada vez más frecuente.
Para evitar el cáncer cutáneo, Carmen María Mañas, enfermera especialista en Pediatría, aconseja conocer los factores de riesgo y "reforzar una adecuada fotoprotección" desde edades tempranas, puesto que hasta el 80% de la exposición solar acumulada se produce durante la infancia. Tener la piel clara, el pelo rubio o pelirrojo, además de pecas, son algunos de los factores a considerar, pero también los antecedentes familiares o personales de cáncer cutáneo, así como la aparición de nevus atípicos o múltiples lunares.
"Ante cualquier signo de alarma como cambio de color, forma o tamaño de manchas solares o lunares debemos consultar a un especialista para obtener una valoración y llevar a cabo un seguimiento semestral o anual según las recomendaciones del dermatólogo, así es vital la detección y el seguimiento precoz", ha añadido la vocal de Pediatría del Colegio de Enfermería de Almería y recogido el CAE en una nota de prensa.
Aunque la exposición al sol tiene efectos positivos para la salud, como mejorar el estado de ánimo y sintetizar la vitamina D, Carmen María señala algunos negativos como las quemaduras, manchas solares, envejecimiento prematuro de la piel y cáncer de piel, "una enfermedad cuya causa principal sospechamos que puede ser por la exposición al sol sin fotoprotección", ha advertido.
Tal y como ha explicado la especialista y tutora clínica, las radiaciones más destacables que emite el sol son los rayos ultravioletas A (UVA), los ultravioletas B (UVB), los rayos infrarrojos y la luz visible. Los UVA penetran a las capas más profundas de la piel y los UVB llegan de modo más superficial. "Se conoce que existe una relación entre la exposición a rayos UV y el desarrollo de melanomas cutáneos, y se estima que el 70-95% de los cánceres cutáneos son causados por la radiación UV", sostiene.
Ante las exposiciones prolongadas del menor a los rayos UV, "debemos considerar que su piel es mucho más vulnerable que la de los adultos, por lo que es vital una adecuada protección para evitar los daños sobre la salud, ya que los efectos negativos de la exposición prolongada al sol son acumulativos". Así, Carmen María ha subrayado que existe una reducción de melanocitos y células queratósicas relacionada con el hábito de aplicación de protección solar diaria en cara, cuello y brazos.
La aplicación de protectores solares especiales para niños, adecuados a la edad y el tipo de piel, debe ser "generosa" y sobre piel seca teniendo en cuenta que debe hacerse "entre quince y treinta minutos antes de la exposición, renovándose además cada dos horas y después de cada baño, ya que el sudor y el agua disminuye el efecto". Por tanto, tal y como ha sugerido Carmen María, "debemos extremar las precauciones en zonas sensibles como cara, cuello, hombros, orejas, empeines y labios, así como el cabello utilizando productos específicos para ello".
Del mismo modo ha recordado que los menores de tres años "deben evitar la exposición solar directa y prolongada por lo que debemos tener en cuenta aquellas actividades que puedan estar más expuestas al sol y evitar condiciones extremas con especial incidencia durante las horas centrales del día". En cuanto a los menores de seis meses, "no se aconseja la exposición al sol utilizando además medidas físicas como la sombrilla, el capazo y sólo si la exposición solar fuese inevitable se deben utilizar los protectores específicos de farmacia destinados a ellos".