JAÉN 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha investigado a cuatro personas, dos de ellas veterinarios colegiados, tras detectar un supuesto criadero ilegal de perros en Lópera (Jaén) donde los animales, según se ha informado desde el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) se encontraban sin cumplir las más mínimas condiciones higiénicas y de salud.
Concretamente, fue el Seprona el que el pasado mes de marzo recibió denuncia en el mes de marzo apuntando a un posible maltrato animal. La denunciante señalaba que había acogido hasta nueve ejemplares de perros en una condiciones higiénicas y de salud "deplorables", todos ellos procedentes de un supuesto criadero ilegal de perros.
La Guardia Civil constató la existencia de dicho criadero de perros, situado en el polígono industrial de Lopera (Jaén). En la inspección de las instalaciones, los agentes detectaron hasta 35 perros de más de tres meses, sin la correspondiente identificación. De estos 35 ejemplares, cuatro de ellos eran presumiblemente de raza potencialmente peligrosa.
Asimismo, constataron que en gran parte de los animales correctamente identificados, concretamente en 48, tras el análisis de los pasaportes, se había realizado una pauta de vacunación incorrecta.
También verificaron que el responsable de las instalaciones, carecía de la licencia de actividad, al no estar en posesión del correspondiente permiso expedido por el Ayuntamiento y con el que se certifica que se trata de una empresa apta para desempeñar una actividad para la cría y venta de animales de compañía.
Los agentes comprobaron que las instalaciones carecían de la correspondiente autorización y registro como núcleo zoológico y del registro de entrada y salida de animales. También se pudo constatar la venta de un total de 47 canes por un importe aproximado de 50.800 euros.
Durante las investigaciones, se analizaron y estudiaron 95 pasaportes para animales de compañía. Tras el cotejo con los microchips leídos, se detectaron ciertas anomalías ya que 20 pasaportes contenían en su interior una jeringa que contenía el transpondedor, con el que supuestamente se había identificado al animal al que correspondía el pasaporte. De esta forma, el microchip no se había implantado en el animal, contradiciendo así lo recogido en el propio pasaporte.
A los responsables de las instalaciones se les ha investigado como presuntos autores de un delito de falsedad documental, al localizar 20 perros, supuestamente identificados de forma incorrecta mediante los pasaportes que contenían el microchip en su jeringa, lo que les permitía la sustitución de un animal por otro.
Igualmente, se ha investigado a dos veterinarios colegiados. A uno de ellos por un supuesto delito de falsedad documental por la presunta expedición de los 20 pasaportes, cuyo microchips asociados a los mismos no habían sido implantados en el animal. Al otro veterinario se le ha investigado por consignar la vacunación antirrábica y tratamiento contra el echinococcus, sin haberlas administrado a los animales.
De las actuaciones, se han instruido las oportunas diligencias que ya han sido entregadas en el Juzgado Mixto número 1 de Andújar (Jaén).