MADRID/SEVILLA 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El déficit de la comunidad autónoma andaluza se ha situado en 673 millones de euros hasta el mes de mayo, lo que supone el 0,43 por ciento del PIB, por debajo de la media de las comunidades autónomas, cifrada en el -0,41 por ciento, según los datos de ejecución presupuestaria publicados este jueves por el Ministerio de Hacienda.
De acuerdo a los mismos datos, Andalucía ha aumentado su déficit si se compara con mayo del año 2016, cuando estaba en un 0,28 por ciento del PIB y 417 millones de euros.
A nivel nacional, el déficit del conjunto de las administraciones públicas, excluyendo a las corporaciones locales, alcanzó los 18.740 millones de euros entre enero y mayo, lo que supone el 1,59 por ciento del PIB, por debajo del 2,17 por ciento registrado en el mismo periodo del año anterior.
Por su parte, el déficit del Estado hasta junio alcanzó los 13.252 millones de euros, un 38,4 por ciento menos que en el primer semestre de 2016, y el 1,14 por ciento del PIB, 0,79 puntos porcentuales menos que en el mismo periodo del año anterior.
En el desglose del déficit público hasta mayo, la Administración Central registró un déficit de 15.752 millones de euros, lo que equivale al 1,35 por ciento del PIB, excluyendo la ayuda financiera. Dentro de la Administración Central, el déficit del Estado hasta mayo sumó 16.101 millones, el 1,38 por ciento del PIB, mientras que los organismos autónomos de la Administración Central registraron un superávit de 50 millones, frente al déficit de 322 millones del mismo periodo del año anterior.
De su lado, las comunidades autónomas registraron un déficit de 4.820 millones hasta mayo, el 0,41 por ciento del PIB, 0,10 puntos por encima del registrado en el mismo periodo de un año antes. Los ingresos de las regiones crecieron un 0,1 por ciento en estos cinco primeros meses del año, frente a un crecimiento del 2,3 por ciento de los gastos autonómicos.
Todas las comunidades autónomas registraron déficit hasta mayo, salvo País Vasco, que obtuvo un superávit de 224 millones de euros. Entre las comunidades con mayores 'números rojos', destacan Cataluña (-1.259 millones de euros, el 0,57% del PIB), Comunidad Valenciana (-933 millones de euros, el 0,85% del PIB) y Andalucía (-673 millones de euros, el 0,43% del PIB).
Asimismo, los fondos de la Seguridad Social han obtenido un superávit que alcanza los 2.131 millones de euros, equivalente al 0,18 por ciento del PIB. En este subsector destaca, por un lado, la favorable evolución de los ingresos por cotizaciones sociales, que aumentan en 2.559 millones, compensando el descenso del 13,2 por ciento de las transferencias recibidas del Estado, así como la caída en un 50,9 por ciento de los intereses generados por el Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
En cuanto al déficit del Estado hasta junio, que alcanzó los 13.252 millones de euros, el 1,14 por ciento del PIB, Hacienda indica que si se excluyen los intereses devengados, el Estado obtiene un superávit primario de 114 millones frente a un saldo primario negativo de 7.488 millones en el primer semestre de 2016.
El déficit del Estado en el primer semestre es consecuencia de unos ingresos no financieros que alcanzaron los 84.295 millones de euros, un 5,3 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, mientras que los gastos no financieros sumaron 97.547 millones de euros, lo que supone una caída del 3,9 por ciento respecto a junio de 2016.
LOS IMPUESTOS DIRECTOS CRECEN CASI UN 12%
Por el lado de los ingresos, los impuestos directos y cotizaciones sociales alcanzaron los 37.175 millones de euros, un 11,8 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior. Dentro de estos tributos, la recaudación por el IRPF sumó 32.146 millones de euros, un 3,2 por ciento más que hasta junio de 2016, mientras que los ingresos por el Impuesto sobre Sociedades han pasado de un importe negativo de 221 millones en el primer semestre del año pasado a una cifra positiva de 2.531 millones en 2017.
Hacienda explica que este aumento se debe básicamente al crecimiento de los ingresos del primer pago fraccionado, que han sido superiores a los de 2016 en 2.900 millones debido a que recogen el impacto de los cambios normativos introducidos en este impuesto, mientras que el primer pago del año anterior se encontraba afectado, entre otros cambios legales, por la desaparición de los tipos incrementados y del pago mínimo.
Asimismo, los ingresos totales por impuestos indirectos han alcanzado los 45.469 millones, un 6,9 por ciento más que en igual periodo de 2016. La recaudación neta del IVA, por su parte, ascendió a 33.886 millones, superior en un 8,2 por ciento a la de 2016, debido a la mejora del consumo y a la evolución de los precios.
Por su parte, la recaudación por impuestos especiales ascendió hasta junio a 9.816 millones, un tres por ciento más que en 2016. El Impuesto sobre Hidrocarburos creció un 5,4% (5.447 millones de euros), mientras que el Impuesto sobre Labores del Tabaco sitúa su caída acumulada en el 2,5 por ciento (3.019 millones de euros).
CAEN LOS GASTOS
Por el lado de los gastos, en el primer semestre de 2017 los pagos no financieros efectuados por el Estado sumaron 66.967 millones, un 6,8 por ciento inferiores a los del mismo periodo de 2016. Todos los capítulos de gastos han reducido sus pagos respecto al año anterior, destacando la reducción de los gastos financieros en 1.794 millones, hasta los 13.171 millones en 2017, principalmente por la bajada de los tipos de interés.
Los pagos en el capítulo de gastos de personal, con una cifra de 7.735 millones, bajaron un 5,4 por ciento como consecuencia del descenso de los sueldos y salarios en un 6,3 por ciento, hasta los 6.526 millones, debido a que en 2016 se había abonado el 50 por ciento que quedaba pendiente de la paga extraordinaria de diciembre de 2012.
Igualmente, los gastos corrientes en bienes y servicios se han reducido un 17,7 por ciento, hasta situarse en 1.247 millones, mientras que las transferencias corrientes alcanzaron los 40.808 millones, un 3,2 por ciento inferiores a las de 2016. Por último, las inversiones reales se redujeron un 33,7 por ciento, hasta los 1.041 millones, por la caída tanto de las inversiones del Ministerio de Defensa como las de Agricultura y Fomento.