SEVILLA 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
La economía andaluza encadenó en el cuarto trimestre de 2016 tres años consecutivos de crecimiento, con un dinamismo diferencial respecto a su entorno europeo y un papel destacado del sector exterior, según la Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía, publicada por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA).
Según indica el IECA en una nota, el Producto Interior Bruto (PIB), corregido de efectos estacionales y calendario, se incrementó en términos reales un 2,6 por ciento interanual en el cuarto trimestre, casi un punto más que la media de la Zona Euro (1,7 por ciento), continuando por tanto el proceso de convergencia que se había interrumpido en los años de crisis económica.
Respecto al trimestre anterior, el aumento real del PIB de Andalucía fue del 0,6 por ciento, muy por encima de las economías europeas (0,4 por ciento en la Eurozona), encadenando catorce trimestres consecutivos de tasas positivas, desde el tercer trimestre de 2013.
Con este resultado del cuarto trimestre, el balance de la comunidad en el año 2016 ha sido de un crecimiento real del PIB del 2,9 por ciento, cumpliéndose las previsiones de la Consejería de Economía y Conocimiento, incorporadas en el Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía elaborado en octubre de 2016.
Un resultado que consolida el ciclo expansivo que viene registrando la economía andaluza desde 2014, con un dinamismo diferencial respecto a su entorno europeo. Así, y por tercer año consecutivo, la economía andaluza sube por encima de la media de la Eurozona. En concreto, en 2016 el crecimiento ha sido 1,2 puntos superior a la Zona Euro, con una media del 1,7 por ciento y más de un punto superior al de las economías más representativas del área, como Alemania (1,8 por ciento) o Francia (1,1 por ciento).
El crecimiento de la economía andaluza, del 2,9 por ciento de media en 2016, presenta un carácter equilibrado, sustentándose, por el lado de la demanda, tanto en la vertiente externa como en la interna. De esta forma, la vertiente interna tuvo una contribución positiva de 1,9 puntos porcentuales al crecimiento agregado, y la demanda externa contribuyó con un punto.
Más específicamente, esta contribución positiva de la demanda externa fue fruto del notable dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios, que alcanzaron un crecimiento real del 6,3 por ciento, casi tres puntos superior al aumento de las importaciones (3,5 por ciento), y prácticamente dos puntos por encima de la media nacional (4,4 por ciento). Un crecimiento real de las exportaciones de bienes y servicios en Andalucía cuatro veces superior al registrado el año anterior (1,6 por ciento), configurándose como el componente más dinámico del PIB.
Con ello, el sector exterior pasa a tener una contribución positiva al crecimiento agregado, de un punto porcentual en Andalucía, en contraste con el comportamiento en España y la Zona Euro, donde ha restado (-0,1 puntos y -0,2 puntos, respectivamente).
BALANZA COMERCIAL
En este sentido, destaca el superávit histórico de 1.447,7 millones de euros registrado por la balanza comercial andaluza con el extranjero en 2016, frente al déficit de 18.753,9 millones de euros a nivel nacional, contribuyendo por tanto Andalucía a mitigar el déficit de la balanza comercial española con el extranjero.
En lo que respecta a la demanda interna, el consumo final regional ha aumentado un 1,9 por ciento. Esto se ha sustentado en mayor medida por el consumo de los hogares (2,2 por ciento), favorecido por la continuidad del proceso de creación de empleo, que por el consumo de las administraciones públicas (1,2 por ciento).
Ambos componentes, consumo privado y consumo público, han crecido en cualquier caso a un menor ritmo que en 2015, afectado el primero de ellos por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y las pensiones, que han crecido (uno por ciento y 0,25 por ciento, respectivamente) por debajo de la tasa de inflación (1,6 por ciento al cierre del año). El segundo de ellos, el consumo público, se ha visto perjudicado por la falta de recursos suficientes del sistema de financiación.
Por su parte, la formación bruta de capital registró un moderado incremento (uno por ciento), perdiendo peso relativo en el PIB, de igual manera que ha ocurrido en el conjunto de la economía española. Un comportamiento de la inversión, que se ha visto muy condicionada por la situación de inestabilidad e incertidumbre política que caracterizó a España prácticamente todo el año.
Por el lado de la oferta, el crecimiento de la economía andaluza en 2016 ha sido también prácticamente generalizado en todos los sectores productivos, a excepción de un ligero retroceso en la construcción (-0,6 por ciento).
El mayor aumento relativo correspondió al sector primario (4,3 por ciento), seguido de los servicios (3,1 por ciento), este último con tasas positivas en prácticamente todas las ramas, excepto las actividades financieras (-0,9 por ciento), destacando actividades profesionales, científicas y técnicas (5,1 por ciento), información y comunicaciones (4,6 por ciento), y comercio, transporte y hostelería (4,2 por ciento). También registra una tasa positiva el sector industrial (1,3 por ciento), especialmente la industria manufacturera (2,6 por ciento).
MERCADO LABORAL
En el mercado laboral, según la Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía, en 2016 se ha generado empleo por tercer año consecutivo. Concretamente, se han generado 66.428 puestos de trabajo en la comunidad, con un ritmo de crecimiento del 2,3 por ciento. Esto ha permitido que finalice el año 2016 con más de tres millones de puestos de trabajo en Andalucía (3.014.354 en el cuarto trimestre).
Todos estos resultados confirman que la economía andaluza consolida en 2016 el ciclo de crecimiento económico y creación de empleo que viene registrando desde 2014, con un dinamismo diferencial respecto a su entorno europeo, continuando con el proceso de convergencia que se había interrumpido en los años de crisis económica. De esta forma, en los últimos tres años, la economía andaluza acumula un crecimiento real del PIB del 7,6 por ciento, muy superior a la media de la Zona Euro (5 por ciento), y la UE (5,9 por ciento).
Apunta que el aumento de la actividad y la demanda se ha trasladado al mercado laboral, donde el empleo ha crecido un 9,9 por ciento de manera acumulada en los últimos tres años, con una generación de 270.042 puestos de trabajo de trabajo, recuperándose el 40,7 por ciento de los perdidos en los años de crisis. Un resultado aún más significativo, si se tiene en cuenta que en la economía española se ha recuperado el 33,4 por ciento de los puestos de trabajo perdidos en la crisis.