CARMONA (SEVILLA), 22 (EUROPA PRESS)
La pedagoga Cosette Franco Muñoz ha expresado en los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Carmona (Sevilla) que en España, según datos del Ministerio del Interior, "hay 13 familias que diariamente denuncian a sus hijos" por violencia filioparental y que "solamente es la punta del iceberg".
Durante la celebración del curso de 'Educador/a parental' en Carmona (Sevilla), la antropóloga ha profundizado ante Europa Press en el problema que supone la violencia filioparental, "un fenómeno que se está extendiendo": "El Ministerio del Interior describe que se recogen hasta 5.000 denuncias al año, lo que significa que hay 13 familias que diariamente denuncian a sus hijos".
"Eso es solamente la punta del iceberg, porque el momento en el que tú vas a denunciar es el extremo, la última solución", ha explicado Franco Muñoz, que ha expresado posteriormente que "hay que ver hasta qué punto es importante la profunda crisis de valores en la que estamos".
En este sentido, la educadora ha descrito el perfil de los jóvenes que ejercen este tipo de violencia: "La comunidad científica está perfilando a un chico, cada vez de edad más temprana, con ciertas características en su personalidad como baja autoestima o sentimiento de soledad; son chavales que tienen una baja tolerancia a la frustración".
La directora del seminario, además, ha separado estos actos de posibles "patologías", ya que la nueva violencia filioparental "no tiene nada que ver" con ellas.
"Incluso podríamos perfilar que son jóvenes que pertenecen a familias absolutamente normalizadas donde al menos uno de los dos progenitores tiene titulación universitaria", ha apuntado la experta.
A renglón seguido, la socia fundadora del Método Mentoris ha cambiado las tornas y se ha referido al perfil de los padres que son víctimas de las agresiones de sus hijos, en donde "las manifestaciones de amor están desordenadas". "Confundimos a veces el amor con la sobreprotección; tampoco tienen límites y normas, son padres que carecen de unas normas establecidas", ha advertido.
"Hay estudios que hablan del estilo autoritario, donde hay muchas normas pero no afecto, mientras que existen otros que hablan de la permisividad, donde destacan el afecto y las pocas normas", ha remarcado Franco Muñoz, que desde su experiencia profesional ha destacado "el estilo incoherente, donde se dicen muchas cosas pero realmente se traduce en una permisividad absoluta".
Además, la entrevistada ha hablado de una posible solución a este problema: "La piedra angular de la intervención es que se dejen acompañar por un profesional, como puede ser el rol del educador parental, porque la mejora de la convivencia está relacionada directamente con la implicación de los progenitores; es habitual que pongamos el foco o la mirada en las manifestaciones de problemas conductas como pueden ser la agresividad o los insultos, pero hay que ver la familia como un sistema, así que debemos trabajar ese sistema haciendo alusión a la responsabilidad de los adultos".
"Los chavales cambiarán o no, pero si los padres cambian las pautas educativas acompañados por esa figura el sistema cambia y termina abocando a que el chico mejore su conducta", ha aseverado la antropóloga.
LA EDUCACIÓN PARENTAL COMO CIENCIA SOCIAL
En otro orden de cosas, Franco Muñoz no ha dudado en definir la educación parental como "una necesidad en la actualidad", poniendo el poco al mismo tiempo en que en la sociedad "que tenemos se está desvirtuando la labor educativa y en muchas situaciones, por distintos tipos de violencia que estamos normalizando como la de género o la parental".
"Necesitamos acompañar a las familias en la labor educativa, que es fundamental para crear adultos responsables, que es la función que tiene la educación al fin y al cabo", ha dado a entender la ponente, que ha confirmado que la educación parental "no solo abarca la violencia, son conductas disruptivas en general".
De hecho, Franco Muñoz ha insistido en el contenido que está impartiendo en la formación, donde hay "mucha reflexión sobre todo": "La educación, al pertenecer a las ciencias sociales, que son las ciencias menos exactas que existen, es muy atractiva y de ahí que suponga un reto constante; además, hay que comentar que en el grupo hay grandes profesionales de distintos ámbitos, lo cual nutre el propio aprendizaje que ya traen".
"El compartir y establecer esas conexiones, reflexiones y casos prácticos hacen que ampliemos nuestro conocimiento, que creo que es la función fundamental de los educadores, ofrecer una posibilidad o alternativa nueva, otro escenario posible a este complejo nuevo", ha concluido.