Actualizado: jueves, 9 noviembre 2017 15:07

SEVILLA 9 Nov. (EUROPA PRESS) -

La integración de los servicios centrales de Santander España y Banco Popular afectará en Andalucía a los trabajadores de oficinas situadas en las provincias de Almería, Cádiz, Córdoba, Jaén, Málaga, Sevilla y Granada, según han explicado a Europa Press fuentes de UGT-A, que han señalado que "no se consideran los cierres" de oficinas.

En concreto, en Almería afectaría a los trabajadores del centro de trabajo del Paseo de Almería y en el de la Avenida Granada, mientras que en el caso de Cádiz afecta a la oficina de la calle Columela y en Jerez de la Frontera (Cádiz) en la calle Larga. En Córdoba, a la de la Avenida Gran Capitán y Doctor Barraquer y, en Jaén, a la que se encuentra en la calle Arquitecto Berges.

Respecto a Málaga, llegaría a los trabajadores de la oficina en las calles Mengual de la Mota, Ayala y Sebastián Souviron de la capital, mientras que en Marbella (Málaga), a la oficina de la calle Miguel Cano y Avenida Ricardo Soriano.

En cuanto a Sevilla, las oficinas afectadas serían la de la Avenida Ciudad Jardín, San Jacinto y García de Vinuesa, así como en la Avenida de la Constitución y Plaza Puerta de Jerez. Por último, en Granada, en la calle Recogidas.

A nivel nacional, según explicaron a Europa Press fuentes de UGT y CCOO en el marco de un proceso de consultas de los sindicatos con el banco cántabro que comenzó el pasado viernes, la integración de los servicios centrales de Santander España y Banco Popular supondrá la salida de más de 1.500 empleados del grupo a través de prejubilaciones y bajas incentivadas.

La entidad que preside Ana Botín ha trasladado este miércoles a los sindicatos que la integración en los servicios centrales de ambas entidades, así como en las unidades territoriales de apoyo a estos servicios, afectará a unos 2.100 trabajadores.

En concreto, Santander ha planteado la recolocación de unos 585 trabajadores en otras empresas del grupo y la salida de unos 1.580 empleados mediante prejubilaciones a partir de los 58 años y bajas incentivadas, si bien los detalles están sujetos al proceso de negociación, que comenzará formalmente el próximo 16 de noviembre.

"AJUSTE EXCESIVO"

En este sentido, los sindicatos consideran que el ajuste es "excesivo" y creen que hay "más recorrido" en el ámbito de las recolocaciones, así como para rebajar la edad de prejubilación planteada inicialmente.

Por el momento, la red comercial de ambas entidades no se verá afectada en el marco de esta negociación, pues su integración no se prevé hasta el año 2019, una vez culminada la integración tecnológica.

Según explicó Santander el pasado viernes, la reducción de plantilla se efectuará mediante un criterio de meritocracia en el que se aprovechará "el mejor talento" de ambas entidades, con un "esfuerzo especial" para que las salidas que se produzcan se realicen en "buenas condiciones".

En cualquier caso, el ajuste se efectuará después de que tanto Santander como Popular aplicaran en 2016 sendos expedientes de regulación de empleo (ERE).

En la actualidad, Santander cuenta con 200.949 empleados, de los que aproximadamente un seis por ciento correspondería a Popular, puesto que al cierre del primer trimestre --la última vez que presentó resultados-- esta entidad contaba con 15.020 trabajadores, 13.449 de ellos en España. En conjunto, los servicios centrales de Popular y Santander España engloban a unos 7.000 empleados.

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