SEVILLA 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fundación FAD Juventud ha leído este miércoles el manifiesto que ha desarrollado y que ha puesto a disposición de instituciones privadas y públicas que quieran adherirse a él, poniendo de relieve que la perspectiva de género "es fundamental" para desarrollar programas de prevención con mujeres, pero también con hombres, y resaltando de qué manera "conviene tener presente" la identidad de género para educar, apoyar, acompañar, así como enfocar cuestiones pedagógicas, reflexiones críticas, intervenciones y actividades.
La lectura, denominada 'Manifiesto Gafas Violetas', ha sido presentada en Sevilla en el transcurso de unas jornadas sobre la introducción de la perspectiva de género en este ámbito, según ha informado la FAD en un comunicado.
En el acto se ha mencionado "la preocupación ante el modelo androcéntrico que ha predominado tradicionalmente en la prevención de adicciones", añadiendo que "no sólo invisibiliza a las mujeres, sino que ignora sus necesidades específicas". "No solo hay que idear acciones específicas para mujeres, sino contar con sus experiencias y testimonios de vida", ha advertido la FAD como promotora del manifiesto. "Para ello debemos observar la realidad, entendiendo a las mujeres y a los hombres como seres diferenciados socioculturalmente y protagonistas de relaciones de valor y de poder desigual", ha apostillado.
El director del Servicio de Evaluación y Control de Programas de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Paulino Montiel, ha señalado que "el Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones contempla como primera línea de intervención la integración de la perspectiva de género en sus acciones para abordar, como fin último, la igualdad entre hombres y mujeres".
Por su parte, la directora técnica de la FAD, Eulalia Alemany, ha indicado que "en los temas de salud, en concreto en la prevención, es inaplazable contemplar la perspectiva de género ya que nos asegura una mejor calidad de vida, un adecuado bienestar presente y futuro de las personas".
La FAD ha indicado que no aplicar la perspectiva de género a las adicciones supone "importantes riesgos" como la invisibilización de los consumos de las mujeres, tanto del tipo de consumo --por ejemplo, mayor consumo de hipnosedantes con y sin receta y de otras drogas legales-- o el modo en que consumen --mayores consumos en soledad, lo que dificulta su accesibilidad a recursos asistenciales--; o el mantenimiento de estigmas hacia las consumidoras relacionados con el género y la sexualidad --"mala madre", "viciosa", "fracasada"--, lo cual tiene "un fuerte impacto" en la salud individual y colectiva.
Asimismo, la FAD ha señalado que también supone un "mayor rechazo y abandono" de las mujeres con problemas de adicciones, que llegan en más proporción solas a los servicios de tratamiento; y que recurren "más tarde y más deterioradas" a los recursos. Las barreras de acceso y permanencia en los mismos están relacionadas, según la entidad, con las penalizaciones de género y las lógicas androcéntricas de los servicios. Por último ha destacado que hay un "alto porcentaje" de mujeres que consumen como consecuencia de las violencias machistas en el ámbito de la pareja heterosexual y en otras.
ENFOQUE DE GÉNERO EN SALUD, JUVENTUD Y UNIVERSIDAD
La conferencia inaugural ha sido pronunciada por la doctora en Psicología Ana Isabel Estévez, que también ha abordado en profundidad el enfoque 'gafas violetas' para la prevención. "Es recomendable desde propiciar entornos de tratamiento sensibles al género hasta incluir las preocupaciones específicas de todas las mujeres que participan en los procesos, sean cuidadoras o acompañantes o personas tratadas y/o formadas", ha resaltado Estévez, añadiendo que "la perspectiva de género es también una perspectiva de empoderamiento de la mitad de la población".
Las jornadas también han reunido a especialistas en enfoque de género de tres ámbitos diferenciados como son el de la promoción de hábitos de vida saludables, representado por el Observatorio Noctámbul@s; el de los estudios de juventud, personificado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de FAD y el de la convivencia universitaria, ejemplificada por la Oficina para la Igualdad de la Universidad Pablo de Olavide (UPO).
Estas instituciones "ya apuestan", según la FAD, por la perspectiva de género como parte integral de su trabajo diario y han puesto a disposición de los asistentes, en su mayoría profesionales del ámbito socio-sanitario y enseñanza, pautas y mecanismos de investigación y acción aplicada, como el trabajo con nuevas masculinidades, la construcción de indicadores con clave de género y la apuesta por el lenguaje inclusivo y la interseccionalidad.