SEVILLA 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un estudio en el que participan investigadores de la Universidad Loyola junto con la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han descubierto que la personalidad parece no influir demasiado a la hora de escoger las relaciones sociales de amistad en el instituto, que se basan más en la cercanía de nuestros contactos, según un estudio publicado recientemente en la revista PNAS.
"Se trata de un trabajo pionero en el sentido de que usa técnicas de machine learning e inteligencia artificial para predecir si entre dos personas hay una relación (buena o mala). Pero más allá de esta predicción en sí, el trabajo aporta comprensión de cómo construimos
nuestras amistades, al identificar las relaciones comunes y no las características personales como el principal motivo de estar conectados", indica uno de los autores del estudio, Anxo Sánchez, catedrático del Dpto. de Matemáticas de la UC3M e investigador del Grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos (GISC).
En este trabajo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) de Estados Unidos, se presenta un estudio detallado sobre las relaciones sociales del alumnado de 13 institutos de educación secundaria, que incluyen más de 3.000 estudiantes y alrededor de 60.000 relaciones positivas y negativas declaradas, junto con pruebas de rasgos personales de los estudiantes. "Podemos predecir con bastante precisión (del 90%) si dos personas son amigos o se llevan mal simplemente conociendo cuántos amigos y enemigos tienen en común", añade Anxo Sánchez.
"Nuestros resultados sugieren un mecanismo de nucleación de las relaciones sociales basado en rasgos individuales, seguido de un crecimiento y evolución de la red de amistades dominada por una influencia triádica (amigos de amigos de amigos)", señala otra de las autoras del estudio, María Pereda, del Dpto. de Ingeniería de Organización, Administración de Empresas y Estadística de la UPM.
"Esto sugiere que no solo nuestras amistades cercanas tienen un efecto en nosotros, sino que incluso personas que conocemos de manera indirecta pueden afectar nuestros comportamientos y decisiones. Este descubrimiento tiene implicaciones emocionantes para la forma en que entendemos la dinámica social y el papel que desempeñamos en ella", añade. Este trabajo es importante porque desafía la creencia común de que las amistades se basan en la similitud --es decir, la homofilia--, indican los investigadores. Esta comprensión puede tener implicaciones importantes en cómo entendemos y construimos nuestras amistades, especialmente en sociedades donde la homogeneidad cultural y de pensamiento puede ser muy valorada.
"Si las personas entienden que no necesitan ser iguales para ser
amigos, podrían estar más dispuestas a buscar amistades con personas que tienen diferentes antecedentes, intereses y perspectivas", señala María Pereda. "Además, si la homofilia no es lo único importante a la hora de crear nuevas relaciones sino que podemos conectar con otras personas simplemente porque son amigos de nuestros amigos, entonces
aumentará la diversidad y, con ello, disminuirá la polarización", añade otro de los autores del estudio, Pablo Brañas, catedrático del Dpto. de Economía de la Universidad Loyola.
Esta investigación proporciona datos y resultados útiles para la gestión de las aulas, los institutos y centros educativos. "Por ejemplo, permite saber cuándo unos estudiantes se pueden encontrar en una situación de riesgo de exclusión social, porque tienen pocas
relaciones buenas y muchas relaciones malas", indica otro de los autores del estudio, José Antonio Cuesta, catedrático del Dpto. de Matemáticas de la UC3M.
"Detectamos muy bien cuál es el clima social de las aulas, hace una foto completa de cómo se lleva la gente en el instituto y cómo son esas relaciones (que a veces desconoce el profesorado), y gracias a ello se podría reorganizar esta cuestión para tratar de hacer mejorar el clima social". De hecho, la UC3M colabora en esta línea con una empresa de Zaragoza, Kampal, para producir un software que ayude a los orientadores de los institutos a intervenir en situaciones de vulnerabilidad.
Además, la investigación también puede tener implicaciones para la creación de políticas y prácticas en el lugar de trabajo. Por ejemplo, si los empleadores entienden que las diferencias entre los trabajadores pueden ser beneficiosas para la creatividad y el desempeño laboral, podrían fomentar la diversidad en sus equipos y ambientes de trabajo. En resumen, esta investigación puede ayudarnos a construir relaciones más saludables y productivas en nuestras vidas personales y profesionales.