Un estudio detecta "sesgos androcéntricos y misóginos" en las producciones audiovisuales españolas sobre Prehistoria

Sevilla.- Conferencia en Valencina sobre "las mujeres en la Prehistoria" con mot
LOS DÓLMENES
Publicado: martes, 5 marzo 2019 10:48

SEVILLA 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un estudio sobre 39 producciones audiovisuales creadas en España sobre la Prehistoria ha detectado "preocupantes sesgos androcéntricos y misóginos", entre otros aspectos porque en tales vídeos el número de varones representados "duplica" al de mujeres y las tareas productivas o de gobierno son "aplastantemente atribuidas a los hombres, mientras las mujeres sólo tienen predominancia en las labores domésticas".

Este trabajo, titulado 'Género y Prehistoria. División sexual del trabajo en las producciones audiovisuales españolas' y recogido por Europa Press, es obra de Marta Cintas-Peña y Leonardo García Sanjuán, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, y de Berta Morell Rovira, de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Se trata, como describen los mismos autores del estudio, de un análisis "cuantitativo" de 39 producciones audiovisuales promovidas en España entre los años 2000 y 2013 con relación a la Prehistoria y las antiguas culturas, "valorando la representación de hombres y mujeres" en tales documentales y "los criterios de representación de la división sexual del trabajo".

Estas 39 producciones audiovisuales, según defienden estos investigadores, constituyen una muestra "representativa de los materiales audiovisuales realizados recientemente en España para explicar las sociedades prehistóricas a un muy amplío público, no especializado", mediante su proyección en "museos, enclaves arqueológicos" o en Internet, por ejemplo.

DESDE LOS NEANDERTHALES AL DOLMEN DE MENGA

Los mencionados 39 vídeos versan sobre aspectos como la construcción del dolmen de Menga en Antequera (Málaga), los fortines del asentamiento calcolítico de Los Millares (Almería), el "tiempo de los íberos", los dólmenes onubenses de Soto y El Pozuelo, el "legado" de la cultura celta, "el útil de metal" de la cueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria), el asentamiento íbero de La Bastida (Mogente, Valencia), "la música de los neanderthales", el "ocaso" de dicha especie humana o el entorno megalítico de Gorafe (Granada), por citar algunos ejemplos.

En cuanto al origen o patrocinio de cada una de estos 39 vídeos, la Junta de Andalucía, las Diputaciones de Granada y Jaén y los ayuntamiento de Camas (Sevilla) y Gorafe (Granada) sostuvieron la producción o financiación total o parcial de diez de estos audiovisuales, encabezando así Andalucía la promoción de estos documentales seguida de Cataluña con seis y Valencia con cinco, pues entre los promotores de los mismos figuran TV3, Lleida Televisión, La Caixa, el Museo de Prehistoria de Valencia, la RTVE o la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

Ya profundizando en el análisis de los audiovisuales, los autores del estudio abordan en primer lugar "el número total de mujeres, hombres, niñas, niños" o adultos e infantiles de género indeterminado que figuran en cada uno de los documentales, en cuatro de los cuales no fue posible realizar tal recuento por las características de los mismos.

Fruto del examen de esta variable, estos investigadores exponen que al margen de los cuatro audiovisuales en los que no fue posible el recuento, en los 35 restantes los hombres son representados en 524 ocasiones copando el 54,8 por ciento de la presencia humana en los mismos, mientras las mujeres son representadas 255 veces con un 26,67 por ciento del total, los niños figuran en 62 ocasiones con un 6,49 por ciento y las niñas son representadas 34 veces protagonizando el 4,08 por ciento del reflejo humano en estos vídeos.

"DESIGUAL" PRESENCIA DE HOMBRES Y MUJERES

La "desigual" representación masculina y femenina que arroja el análisis de los vídeos no sólo queda ahí, sino que según los autores de este estudio, mientras los personajes adultos protagonizan 33 de los 35 audiovisuales susceptibles de examen, en 24 de ellos el número de varones supera al de mujeres, figurando casos en los que la presencia masculina "duplica, triplica o incluso cuadruplica" a la femenina. Sólo en cinco de las mencionadas 33 producciones "hay un reflejo equilibrado de mujeres y hombres" y únicamente en cuatro de ellas las mujeres cuentan con más representación.

A continuación, estos investigadores analizan "las actividades" protagonizadas por hombres y mujeres en los citados audiovisuales, exponiendo que la caza, la pesca, la agricultura, la ganadería, la metalurgia, la cerámica, los ámbitos de lo simbólico o lo político, la guerra y el comercio son "mayormente" atribuidos a los varones, mientras la recolección, el tejido, la cocina y el cuidado de otras personas son más conectadas con las féminas.

"En ninguno de los 39 casos figura una mujer desarrollando actividades relacionadas con la política o la guerra", avisan los autores de esta investigación, explicando que el tejido y la cocina, con 17 representaciones en ambos casos, son las actividades más atribuidas a las mujeres en los audiovisuales analizados, toda vez que la tercera situación más achacada a las féminas en los mismos es el "no hacer nada" con 16 representaciones y el cuidado de niños, enfermos o ancianos con 14 figura en cuarto lugar.

Especialmente, estos investigadores se fijan en el vídeo realizado sobre los fortines del enclave almeriense de Los Millares, porque no sólo está caracterizado por la "completa ausencia" de mujeres, sino que la narración destaca la "posibilidad" de que el recinto sólo fuese habitado por varones y fuese "un lugar de iniciación en actividades masculinas".

Lamentando las "espectaculares tendencias androcéntricas" que arroja el examen del conjunto de estos audiovisuales, los autores de este estudio avisan de que la investigación científica "ha proporcionado sólidas evidencias que demuestran" que tales estereotipos están "completamente injustificados" y alertan de que las producciones examinadas "tienden a transmitir un mensaje absolutamente erróneo en términos de división sexual del trabajo y relaciones de género".

LO QUE DICE LA CIENCIA

Y es que "las investigaciones etnográficas revelan que la división del trabajo se manifiesta de una amplia variedad de forma a lo largo del planeta", con "grandes diferencias" entre los diversos grupos humanos. "Cualquier actividad, como la pesca, el trabajo del cuero, la producción cerámica, la recolección o la construcción es desarrollada por hombres y mujeres en las diferentes sociedades humanas y es diferentemente asignada por género dependiendo del grupo social en cuestión", aseveran estos investigadores, insistiendo en que "hay ejemplos etnográficos de diversidad en la división sexual del trabajo en todo tipo de tareas".

"Las producciones audiovisuales creadas en España entre los años 2000 y 2013 para informar sobre los avances de la investigación de la Prehistoria muestran preocupantes sesgos androcéntricos y misóginos", concluyen los investigadores, recordando que en los vídeos examinados el número de varones representados "duplica" al de mujeres y en ellos las tareas de gobierno, producción económica y religión son "aplastantemente atribuidas a los hombres, mientras las mujeres sólo tienen predominancia en las labores domésticas".

La reproducción de estos estereotipos, según ponen de relieve, implica "ignorar" la información científica y etnográfica disponible sobre la división social y sexual del trabajo y los roles de género entre las sociedades prehistóricas, lo que lleva a estos tres autores a señalar que tales vídeos fueron elaborados al margen de "las evidencias etnográficas y arqueológicas más importantes" en la materia.

"La presencia de estos prejuicios no es sólo intolerable por la falta de fundamento científico, sino porque perpetúa perniciosamente una discriminación sexista que daña el desarrollo social", especialmente porque muchas de estas producciones estaban dirigidas a un público infantil, avisan Cintas-Peña, García Sanjuán y Berta Morell entre las conclusiones de su estudio.