JAÉN 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El exalcalde de La Carolina (Jaén), Francisco Gallarín (PP), está llamado a declarar este martes en calidad de investigado ante el titular del juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional (AN), José de la Mata. La declaración de Gallarín está enmarcada en una pieza separada de la operación Madeja en la que se investiga el pago de comisiones a funcionarios públicos a cambio de favores en los contratos de distintas administraciones públicas.
En el auto, al que ha tenido acceso Europa Press, se recoge que el empresario de Fitonovo José Antonio González Baro habría abonado "en concepto de dádivas" al entonces concejal de Deportes Cristóbal Pérez Martínez o al alcalde Francisco Gallarín, "en compensación por las adjudicaciones de contratos públicos a favor de la empresa, la cantidad de 38.929 euros.
Las comisiones correspondería a los contratos para el acondicionamiento del patio del colegio Manuel Andújar, adjudicado a Fitonovo por importe de 36.931 euros; y el de la reforma del estadio municipal Ramón Palacios de la localidad jiennense adjudicados a la UTE Fitonovo Construcciones y Contratas Aldilop por un importe de 747.250 euros.
Según recogen las investigaciones, este último expediente es contemporáneo con los pagos que habría recibido el concejal, efectuándose el primer pago de 20.000 euros poco después de la adjudicación definitiva y la firma del contrato y, posteriormente, el pago de otros 15.000 euros durante la etapa de ejecución del contrato.
El auto de la Audiencia recoge asimismo que en la fase de licitación se detectaron "irregularidades" en la valoración de las ofertas presentadas que, de no haber ocurrido, hubiesen motivado que Fitonovo hubiera recibido una puntuación inferior y, con ello, que hubiera podido resultar adjudicataria la segunda clasificada, Equidesa.
"Existen posibles irregularidades en la aplicación de la puntuación realizada en base al informe de valoración de ofertas", señala el auto. Es por ello por lo que Gallarín no será el único en declarar este martes ya que desde la AN también se ha llamado a declarar en calidad de investigado a un técnico municipal del Ayuntamiento de La Carolina.
LA JUNTA PIDIÓ EXPLICACIONES
En cuanto a la fase de ejecución del contrato, el auto también recoge que habrían existido "notorias irregularidades" que habrían llevado a la Consejería de Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía ha reclamar "explicación documental de determinadas irregularidades en relación con mejoras no ejecutadas o diferencias de precios detectadas".
Por otro lado, a lo largo de 2011 se habrían producido una serie de correos en los que se pondría de manifiesto los contactos de Fitonovo y el Ayuntamiento de La Carolina, a través del concejal Cristóbal Pérez Martínez, con el presupuesto de ejecución por parte de la primera, para la construcción de tres pistas de pádel.
Al respecto, el auto de De la Mata recoge que este expediente se inicia justamente después de los pagos que habría recibido el edil de deportes en forma de viaje para él y su esposa a Detroit, en julio de 2011, por la cantidad 2.929 euros. En este caso "existen indicios de que habría existido una voluntad previa por parte de Pérez Martínez y del entonces alcalde para adjudicar el contrato a la sociedad Fitonovo", recoge el auto.
En diciembre de 2012 hay una providencia de Alcaldía, firmada por el propio Gallarín, que "sugiere" que el procedimiento de contratación a seguir en esta obra debería ser el negociado sin publicidad, solicitando que se informe por parte del Interventor y Secretaría municipales sobre la consignación presupuestaria y la legislación aplicable.
Sin embargo, de agosto 2012 constan correos entre el concejal y el entonces alcalde en el que el primero le da novedades a Gallarín sobre distintos asuntos indicando que "está cerrando" con Fitonovo que se le adjudique la segunda fase del patio infantil del colegio Manuel Andújar por importe de 106.000 euros y que "siguen apretando en que van a repercutir 10.000 euros del proyecto en la segunda fase".
Así pues, el juez ve indicios de que existió un concierto para que Fitonovo se alzara con la adjudicación, "culminando así con la necesidad de revestir de legalidad el procedimiento negociado sin publicidad que regía este concurso". "Fitonovo, de hecho, controlaba la mayor parte de las ofertas que acudían al concursos", concluye.