CARMONA (SEVILLA), 25 (EUROPA PRESS)
La directora del curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) 'Aprende a hablar en público con técnicas y herramientas escénicas', Ana Ropa, ha asegurado este lunes que hablar en público puede resultar un "desafío importante para muchas personas" y forma parte de "su día a día", así como ha estimado que más de un 75 por ciento de la población "sufre miedo o ansiedad al enfrentarse a estas situaciones".
La directora del curso inaugurado este lunes en la sede de la UPO en Carmona (Sevilla) ha aseverado que este miedo se le conoce como glosofobia --que proviene del griego, gloso que significa "lengua" y "fobos", que es miedo--, y que es el término para referirse a "personas que padecen ansiedad o se bloquean al tener que exponerse a hablar en público".
"Ese temor a hablar en público puede expresarse en nerviosismo a la hora de realizar la exposición ante un grupo de personas, malestar en general o en largas noches de insomnio previas a hacerlo, que pueden derivar en directamente ni intentarlo", ha indicado.
La graduada en Interpretación en el Instituto del Teatro de Sevilla y licenciada en Comunicación Audiovisual y también actriz, formadora y comunicóloga audiovisual ha explicado que el acto de comunicar en público "nos puede someter a un gran estrés, debido a que todas las miradas se centran en nosotros". "Por eso mismo, preparar la charla bien, activar nuestra concentración para controlar situaciones de este tipo y disponer de herramientas de relajación y control son fundamentales", ha manifestado.
"El hecho de tener un despiste en público ante la mirada de desconocidos, a nivel interno se engrandece, nos puede provocar un gran malestar sino sabemos dominar la situación. Para ello, existen ejercicios y dinámicas que nos ayudan a prepararnos", ha dicho.
En relación a los obstáculos que impiden que una persona se exprese de forma adecuada públicamente, la actriz ha considerado que "hay muchos resortes que pueden impedirlo", como factores psicológicos, sociales o de género, aunque "principalmente es el desconocimiento".
"En este sentido y al no estar formados en esta materia, nos exponemos al público como podemos, como creemos que debe ser, elegimos referentes equivocados, tales como presentadores de telediario, políticos o cualquier otra persona con proyección pública, sin tener en cuenta cómo somos nosotros, cuál es nuestra fortaleza personal al comunicar y si esa forma es adecuada para nuestra audiencia", ha valorado.
Asimismo, ha relatado que, en la actualidad, hay estudios que demuestran que el mayor impacto de un discurso está en "la comunicación no verbal o paraverbal". "Las actrices y los actores nos enfrentamos a audiencias en nuestro trabajo a diario, conocemos por nuestra profesión todos los resortes y herramientas para captar la atención del público y saber cómo transmitir mensajes y emociones", ha afirmado.
"Sabemos que los mayores transmisores de los seres humanos son las emociones, por lo que un discurso bien armado, en cualquier ámbito, pero que no tiene en cuenta a la audiencia, ni saber gestionar la actitud, la energía o la posición física, así como la emocionalidad al transmitirlo, es un discurso vacío. Y ahí es cuando las herramientas escénicas suplen ese desfase", ha concluido.