JAÉN 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El profesor en el Departamento de Sociología de la Universidad de Granada (UGR) Mariano Sánchez ha destacado la necesidad de una conexión entre las sucesivas generaciones "para que una sociedad exista".
El también investigador internacional asociado al Center for Healthing Ageing de la Penn State University (EEUU) será uno de los ponentes en el II Congreso Intersectorial de Envejecimiento y Dependencia que se celebrará los días 27 y 28 de septiembre en Jaén organizado por la Fundación Ageing Lab.
Según ha explicado en una nota, la intergeneracionalidad es un término que se refiere a la relación entre distintas generaciones, pero "lo que sucede es que hay dos formas de entender tal relación": una, sin conciencia alguna de las posiciones generacionales implicadas, y otra, cayendo en la cuenta de esas posiciones y de las diferencias y similitudes entre las generaciones. Esta última, a su juicio, "tiene mucho más interés".
"En cuanto a los efectos que provoca diría que, ante todo, la intergeneracionalidad es una causa de la sociedad. Dicho de otro modo, para que una sociedad exista se necesita, entre otras cosas, una conexión entre las sucesivas generaciones", ha afirmado.
Así, por ejemplo, el "concepto de familia se apoya en la solidaridad intergeneracional, de modo que las personas adultas cuidan y crían a nuestros hijos e hijas" y "sin esa relación, la sociedad se extinguiría".
Con respecto a las dificultades que encuentran las distintas generaciones para integrarse e interactuar, ha considerado que son distintas dependiendo de qué tipo de generaciones y de si piensa en un ámbito familiar o extrafamiliar.
"En general, yo diría que en el espacio familiar suele existir un hábito de interacción, pero fuera de la familia lo que sucede es que muchas personas ni siquiera han tenido la oportunidad de adquirir tal hábito dada la fuerte segregación por edades y generaciones que nos rodea", ha apuntado Sánchez.
BENEFICIOS
En todo caso, ha destacado que "existen evidencias producto de la investigación" sobre los beneficios de la intergeneracionalidad, "pero hay que reconocer que son menos de las que nos gustaría disponer". Por ejemplo, se sabe que el buen contacto intergeneracional mejora las actitudes de las generaciones más jóvenes hacia las personas mayores y disminuye los estereotipos negativos asociados con la edad.
Además, reduce el sentimiento de cierta ansiedad que a algunas personas les produce su propio envejecer, algo "muy relevante", porque si una persona mayor posee una percepción positiva y no estereotipada de su envejecimiento su esperanza de vida puede alargarse.
"También sabemos que personas jóvenes que han participado en buenos proyectos intergeneracionales han aumentado su autoestima y la confianza en sí mismas y han aprendido nuevas destrezas al poder acceder al conocimiento de personas más experimentadas", ha manifestado.
Al hilo, ha resaltado que allí donde existen oportunidades para mantener buenas relaciones intergeneracionales "se logra crear capital social, confianza, apoyo mutuo y mayores conexiones, lo que permite contar con comunidades y sociedades más cohesionadas, menos fragmentadas".
MEDIDAS
Por ello, en su opinión, las instituciones públicas deberían "fomentar oportunidades para que quien lo desee pueda entrar en contacto con personas de otras generaciones". Eso sí, "deben estar bien diseñadas y ejecutadas" y "no vale cualquier cosa", puesto que "las relaciones entre generaciones, como todas, pueden conllevar conflictos, desentendimientos e, incluso, enfrentamientos abiertos".
Para este experto, otra cuestión que tendrían que impulsar sería "poner encima de la mesa la necesidad de hacer frente a la discriminación por razón de edad y a las percepciones intergeneracionales negativas que nos rodean.
Ha precisado que en 2018, en España aún hay un 38 por ciento de personas de 65 años o más que creen que a los jóvenes no les interesan las personas mayores, "a las que tratan con indiferencia", y en 2008 ese porcentaje era del 37 por ciento. "Parece que en una década no hemos avanzado mucho en la mejora de esas percepciones", ha apostillado.
De otro lado, Sánchez se ha referido a la Cátedra Macrosad de Estudios Intergeneracionales que él mismo dirige en la Universidad de Granada y ha explicado que su origen está en "la decisión de Macrosad de apostar, en su plan estratégico, por la intergeneracionalidad como dimensión transversal".
TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO
"Cuando en la Universidad de Granada nos enteramos de esta original apuesta contactamos con esta cooperativa, nos pusimos manos a la obra para buscar un modo de colaborar y la Cátedra de Estudios Intergeneracionales ha sido el resultado", ha precisado.
Consiste en una plataforma para la permanente transferencia de conocimiento entre los estudios intergeneracionales, por un lado, y la práctica de la intergeneracionalidad, por otro, para contribuir al progreso socioeconómico y al bienestar de personas y comunidades.
"Para ello, investigaremos, formaremos, divulgaremos conocimiento y trataremos de lanzar iniciativas que posibiliten el crecimiento de las relaciones intergeneracionales en Andalucía, España y más allá", ha señalado su director.
ÁMBITO INTERNACIONAL
En el ámbito internacional, ha valorado que se cuenta "cada vez con más y mejores iniciativas" y ha aludido a la Universidad Lasell, en Massachusetts (EEUU), conocida porque en el 2000 inauguró, dentro del propio campus, un espacio residencial y de cuidados para personas mayores donde más de 200 tienen acceso a la interacción diaria con jóvenes universitarios. En su opinión, es "una idea brillante para potenciar la intergeneracionalidad de la mano de la educación superior".
Otro ejemplo, según ha añadido, es que el gobierno de Escocia ha decidido financiar también un campus intergeneracional, pero en este caso combinando las etapas de educación infantil, primaria y secundaria con oportunidades para la educación permanente de adultos. Gracias a ello, se han renovado y reagrupado varias escuelas para que los estudiantes puedan crecer en un entorno con presencia de más generaciones.
En esta línea, ha resaltado que muchas experiencias, como proyectos de mentorización, centros cívicos, uso de distintas modalidades artísticas para potenciar el desarrollo intergeneracional comunitario o proyectos de alojamiento intergeneracional.
"En España también estamos avanzando a muy buen ritmo. De hecho, en septiembre de 2018 abren sus puertas en nuestro país tres centros intergeneracionales, siendo uno de ellos el que Macrosad ha construido en la localidad granadina de Albolote", ha concluido.