GRANADA 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada (UGR) ha elaborado un informe para la Dirección General de Tráfico (DGT) en el que ha analizado las implicaciones que las condiciones psicofísicas de los conductores tienen sobre la seguridad vial, y en el que ha advertido que "se puede estar produciendo un infradiagnóstico de enfermedades" que afectan a la conducción.
El informe incluye, a partir de la base de datos existentes, una descripción de la población de conductores y conductoras de España en 2022. El estudio ha analizado también el último trámite que realizaron en un Centro de Reconocimiento de Conductores (CRC) desde 2012 y hasta ese año, ha indicado la UGR en una nota de prensa.
Una de las conclusiones principales, según ha comentado la investigadora Cándida Castro, es que en los CRC se puede estar produciendo también "una infraestimación del riesgo por la falta de imposición de restricciones en más del 50 por ciento de algunas enfermedades detectadas que conllevan riesgo para la conducción, como los trastornos mentales y del consumo de sustancias, mientras que sí se imponen restricciones en un 80-90 por ciento en las enfermedades visuales y auditivas".
Según el equipo investigador, las conclusiones muestran que sería precisa una detección de las enfermedades que puedan afectar a la seguridad en conducción, algo que podría conseguirse mediante "una evaluación más completa que la que se hace actualmente en los CRC".
En cuanto a las enfermedades "en muchos casos no son detectadas, pero tampoco informadas por quienes conducen. Esta sospecha podría despejarse analizando cómo se produce una diferente distribución de estas enfermedades en la población global, en comparación con su distribución en la población de los hombres y mujeres que conducen".
De ahí, concluye el informe, la necesidad de colaboración entre los centros de salud (en los que se tiene un historial médico de la población conductora) y los especializados de la DGT de modo que sea posible "imponer restricciones que garanticen la conducción segura en los casos que sea preciso". Este modelo ya se implementa en el Reino Unido, donde cuentan con centros especializados en los que se realiza una evaluación profunda que incluye pruebas neuropsicológicas en simulador y en la carretera.