JAÉN 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
Facua-Consumidores en Acción ha pedido a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de la capital jiennense que investiguen en qué establecimiento fue vendido el petardo que la pasada Nochebuena se llevó por delante la mano de un menor de 13 años.
El objetivo de la investigación es que puedan ser depuradas las pertinentes responsabilidades civiles y penales si se lo suministraron directamente al menor o a otros de su misma edad.
Asimismo, la asociación de consumidores ha reclamado en un comunicado que se evalúe si el producto cumplía con sus obligaciones en materia de etiquetado, donde debe advertirse de la edad mínima a partir de la que puede ser adquirido y utilizado.
En la madrugada del 25 de diciembre, un niño de 13 años sufrió la amputación de la mano izquierda al explotarle un potente petardo mientras trataba de encenderlo en la calle Murillo. En la misma zona, según relata Facua, había varios menores que estaban jugando también con petardos de alta potencia.
Ante este nuevo suceso, Facua ha pedido a comunidades autónomas y ayuntamientos que desarrollen inspecciones para detectar establecimientos que venden artículos de pirotecnia a niños por debajo de las edades establecidas en la normativa que los regula en función de su peligrosidad.
La asociación ha reclamado a las administraciones que apliquen sanciones económicas y clausuren aquellos establecimientos que comercialicen artículos pirotécnicos a menores que no tengan las edades mínimas fijadas en el Real Decreto 989/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de artículos pirotécnicos y cartuchería.
Facua también ha exigido "controles exhaustivos" sobre los fabricantes de pirotecnia a fin de verificar que cumplen sus obligaciones en el etiquetado. Éste debe indicar, entre otros datos, la edad mínima a partir de la cuál pueden ser adquiridos: 12, 16 ó 18 años, en función del nivel de peligrosidad de estos artículos. Así lo establece el artículo 114 del citado Real Decreto.
Los artículos de pirotecnia que pueden ser adquiridos a partir de 12 años, de la categoría F1, son de muy baja peligrosidad y nivel de ruido insignificante, destinados a ser usados en zonas delimitadas, incluido el interior de edificios residenciales.
Los de categoría F2 pueden venderse a niños a partir de 16 años, son de baja peligrosidad y bajo nivel de ruido y están destinados a usarse al aire libre en zonas delimitadas. Los artificios de pirotecnia de peligrosidad media -categoría F3- sólo pueden venderse a mayores de 18 años y únicamente pueden usarse al aire libre en zonas de gran superficie. Los de alta peligrosidad -F4- están destinados al uso por parte de expertos, a nivel profesional.
Asimismo, Facua ha apelado a la responsabilidad de los padres en el control sobre el uso de petardos por parte de los niños. Los adultos pueden comprobar si estos son adecuados a la edad de los menores con una mera revisión de su etiquetado, más allá de las debidas indicaciones sobre las molestias que pueden provocar los artículos de pirotecnia tanto a las personas como a los animales.