GRANADA 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un interno ha fallecido por sobredosis en el Centro Penitenciario de Albolote (Granada), después de que hace unos días otro preso perdiera la vida al ser apuñalado por otro con unas tijeras, unos hechos que la plataforma sindical de la prisión vincula al "hacinamiento de reclusos" y a la "falta de personal suficiente" para garantizar la seguridad en estas instalaciones.
Este último preso falleció el pasado 8 de julio en el módulo 5, un departamento de internos multirreincidentes, donde fue hallado en el momento de efectuar el recuento matinal, a las 8,00 horas, casi sin estímulos vitales.
Fue trasladado a enfermería para ser atendido de urgencia por el equipo médico, que consiguió reanimarlo y mantener mínimamente sus constantes vitales. En muy pocos minutos una unidad móvil del 061 lo llevó a urgencias del Hospital Ruiz de Alda, donde falleció a media mañana.
La plataforma sindical de la prisión de Albolote, integrada por UGT, CCOO, APFP y Acaip, ha responsabilizado de esta situación a los gestores de la Administración Penitenciaria, "por hacer oídos sordos" a sus reivindicaciones para revertir la situación, con el aumento de personal, el cierre de departamentos y el traslado de internos a otras cárceles.
Los trabajadores afirman estar "totalmente desbordados a diario", al haber un solo funcionario por módulo para atender a más de 100 internos.
Tampoco hay funcionarios suficientes para realizar adecuadamente cacheos, traslados de internos y las distintas actividades, de modo que, según afirman, "todo se realiza prescindiendo de las normas y protocolos de seguridad para que la prisión salga adelante".
A esto suman que tampoco hay personal sanitario suficiente los fines de semana para atender de manera deseada las necesidades de los internos y la medicación psicotrópica que se reparte de lunes a jueves a diario se hace los fines de semana de golpe para tres días (viernes, sábado y domingo).
Esto contribuye a su juicio que se puedan dar episodios de sobredosis por la ingesta masiva de medicación prescrita junto con otras drogas, como metadona, heroína o psicótropos.
Los sindicatos alertan de que "tampoco hay medios suficientes y eficaces en materia de seguridad para impedir y controlar la entrada de droga y móviles a través de las comunicaciones y permisos de los internos", lo que supone la entrada de objetos y sustancias prohibidas del exterior, en el interior de su cuerpo, estando muy limitado el uso de radiografías.