GRANADA 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Granada ha solicitado la pena de once años de prisión y ocho de libertad vigilada para un hombre acusado de agredir sexualmente y maltratar a su pareja sentimental en la vivienda que ambos compartían en Guadix (Granada).
Los hechos se remontan al 3 de septiembre de 2014, cuando el acusado se encontraba con su pareja en el recinto ferial de esta localidad, donde iniciaron una discusión en el transcurso de la cual "la empujó, zarandeó" y le dio un cabezazo en el ojo, según consta en el escrito de acusación provisional del fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press.
Seguidamente, el presunto agresor abandonó el recinto ferial y ella se fue por otro lado, pero se volvieron a encontrar en la avenida Buenos Aires del municipio, donde siguieron discutiendo y el procesado volvió a propinar empujones a la mujer.
La agresión continuó luego en la vivienda donde ambos convivían en Guadix. Allí la empujó hacia el dormitorio, la tiró sobre la cama y "guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos" se echó encima de ella y le rompió la ropa interior, mientras ella intentaba defenderse con los brazos; empujando a su pareja, oponiéndose en todo momento a su actitud y "pidiéndole que no la forzara".
El procesado "le quitó el vestido, dejándola desnuda y le metió los dedos en la vagina, dándole luego mordiscos en los brazos y en el pecho. Acto seguido la llevó por la fuerza a la bañera del cuarto de baño y cuando salió la condujo forcejeando a la cama del dormitorio donde le dio un mordisco en la mandíbula. Finalmente, propinó un empujón a la víctima que le hizo caer contra la cristalera del balcón.
La mujer interpuso denuncia contra su pareja al día siguiente, el 4 de septiembre de 2014, y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Guadix acordó un día después como medida cautelar la prohibición de que se comunicara con ella o se acercara a menos de 300 metros.
El juicio se celebrará el próximo 13 de diciembre en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada. El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual, por el que solicita 10 años de prisión y ocho de libertad vigilada. También, de un delito de maltrato en el ámbito familiar por el que pide otro año de prisión.
A ello suma la prohibición de que el acusado se acerque a menos de 200 metros de la víctima o se comunique con ella por cualquier medio por un periodo de doce años.