SEVILLA, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo ha celebrado un emotivo acto con motivo de la conmemoración internacional del Día de la Memoria del Holocausto y para la prevención de los crímenes contra la Humanidad, fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en recuerdo de la liberación, el 27 de enero de 1945, del campo de Auschwitz-Birkenau.
Este evento, celebrado el pasado día 30 de enero y sobre el que ha dado algunos detalles este miércoles en un comunicado, contó con la presencia de los dos copresidentes de la Fundación, André Azoulay, consejero de Su Majestad el Rey de Marruecos, y Antonio Sanz, consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía.
Junto a importantes autoridades y representantes de las distintas confesiones religiosas, el acto contó también con público, entre el que se encontraba un nutrido grupo de alumnos de educación secundaria que, con su presencia, "reforzaban la idea de la necesidad de recordar y conocer la historia para evitar que horrores como el Holocausto vuelvan a repetirse".
Entre las autoridades que acudieron, destacan el presidente del Parlamento Andaluz, Jesús Aguirre; Ricardo Sánchez Antúnez, delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía; el cónsul general de marruecos en Sevilla, Sidi Sidi Abbah; Noa Hakim, portavoz de la Embajada de Israel en Madrid; Tomás Burgos, viceconsejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía; Isaac Benzaquén, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España; Jaime Moreno Bau, director del Centro Sefarad-Israel; Enric Millo, secretario general de Acción Exterior y Unión Europea de la Junta de Andalucía; Aziza Bennani, vicepresidenta de la Fundación Tres Culturas; Jalid Nieto, presidente de la Fundación Mezquita de Sevilla; y Gabriel Sánchez, delegado ecuménico de la Archidiócesis de Sevilla.
El momento más emotivo de la mañana, junto a la ceremonia de encendido de velas en recuerdo de las víctimas del genocidio nazi, llegó con el testimonio de un superviviente del Holocausto: Robert Wolfberg (Berlín, 1940). Hasta mediados de 1943 su padre trabajó en Siemens en Berlín. Cuando sus abuelos paternos fueron apresados y asesinados en un campo de exterminio, contactos del padre les avisaron y consiguieron huir y esconderse en el sótano de la casa del pueblo de los abuelos maternos, donde permanecieron ocultos dos años.
En la última etapa se quedaron con pocos suministros y los abuelos intentaban comprar en tiendas diferentes fuera del pueblo para no levantar sospechas de que les estaban escondiendo en el sótano. Su padre solía salir por la noche a buscar comida en los campos. En mayo de 1945 las tropas rusas liberaron la localidad. En un principio, el ejército ruso apresó al padre por ser alemán, pero éste pidió hablar con un oficial judío y después de mantener con él una conversación en yiddish, consiguió ser liberado y obtener un salvoconducto. Sus padres decidieron entonces abandonar Alemania lo antes posible.
Tras un tiempo, gracias a un visado que consiguieron en París, emigraron a Chile y en 1961 toda la familia se trasladó a Israel, donde Wolfberg tuvo cuatro hijos y nueve nietos.
Tras su testimonio, la conductora del acto, Varda Fiszbein, recitó en hebreo y español una poesía alusiva a la Shoá y a continuación se procedió al encendido de seis velas en honor de los más de ocho millones de personas asesinadas por el régimen nazi.
Los encargados de encender las velas fueron Isaac Benzaquén, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España; Enric Millo, secretario general de Acción Exterior y Unión Europea de la Junta de Andalucía, y Concepción de Santa Ana, directora de la Fundación Tres Culturas; Jaime Moreno Bau, director del Centro Sefarad-Israel; Robert Wolfberg, superviviente del Holocausto, y Noa Hakim, portavoz de la Embajada de Israel en Madrid; Jesús Aguirre, presidente del Parlamento Andaluz; y los presidentes de la Fundación, Antonio Sanz, consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía; y André Azoulay, consejero de Su Majestad el Rey de Marruecos.
Especialmente emotivo resultó también el momento de la recitación del kadish --la oración judía dedicada a los difuntos-- por parte de Salomón Corcia, presidente de la Comunidad Judía de Sevilla, así como la oración interreligiosa por todas las víctimas, a cargo de representantes de las comunidades judía, católica y musulmana. Sus sentidas palabras y su compromiso evidenciaron el espíritu de todos los asistentes: el respeto mutuo y la prevalencia del diálogo entre personas de distintas culturas, nacionalidades y confesiones religiosas.
Este espíritu, que marca las líneas directrices de la Fundación, quedó patente también en las intervenciones finales de los dos copresidentes, que cerraron el acto con sendos discursos centrados en la necesidad de la convivencia pacífica entre los pueblos y el rechazo a la intolerancia. De este modo, el recuerdo de atrocidades como las acontecidas durante el Holocausto sirvió para reivindicar la importancia de recordar el pasado para evitar que se repitan en nuestro presente.
El evento contó con el acompañamiento musical de un cuarteto de cuerda de la Fundación Barenboim-Said que interpretó la pieza Variaciones Enigma n. 9 'Nimrod' para cuarteto de cuerda, de Edward Elgar.