SEVILLA 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha indicado este lunes que, "a nivel nacional", el Gobierno de España garantiza que "en ningún caso el sector del aceite" de oliva "se va a ver obligado a poner una etiqueta contraria" a una evidencia "científica" como es que "el aceite es bueno para la salud, y no puede haber ninguna etiqueta que diga que es malo".
Así lo ha indicado en una entrevista en Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, en la que el ministro ha defendido que "uno de los ejes" de su departamento, dentro de su objetivo de "promover un consumo más saludable", es el de "incentivar, promover la dieta mediterránea", que tiene en el aceite de oliva a "uno de sus ingredientes fundamentales", según ha remarcado.
Tras subrayar los datos "terroríficos" de obesidad infantil que se están dando por que cada vez más personas, sobre todo jóvenes, "van cambiando la dieta mediterránea por otra de comida rápida", Alberto Garzón se ha referido al sistema Nutriscore, "un sistema de etiquetado que resume en una información gráfica, un semáforo, ciertos componentes nutricionales para estimular que el consumidor, cuando llega a un supermercado, pueda ver de una forma muy sencilla y accesible qué consumo es más saludable y cuál menos".
No obstante, ha apostillado que ese sistema "no es perfecto, y tiene un déficit en aquellos productos que sólo tienen un ingrediente, como el aceite" de oliva, y por eso desde el Gobierno, "sabiendo que es necesario aprobar el Nutriscore", ha llegado "a un acuerdo con las distribuidoras para que el aceite de oliva no se vea perjudicado en ningún caso y no esté obligado a poner un etiquetado" que pueda suponer "una desinformación", como a su juicio sería trasladar "que el aceite fuera perjudicial, cuando es todo lo contrario" y es "un elemento central que queremos promover", según ha incidido.
Garzón ha advertido de que ese sistema de etiquetado está ya aprobado en países que son "mercados centrales, muy grandes de exportación para el sector del aceite", y donde, por tanto, "las distribuidoras pueden obligar al aceite a poner el sistema Nutriscore con ese indicador mal confeccionado", y "por eso es importante hablar para que se saque, se excluya en esos otros países" dicho etiquetado para el aceite.
Ha apuntado que lo "garantizamos a nivel nacional" en España es que "en ningún caso el sector del aceite se va a ver obligado a poner una etiqueta contraria" a una evidencia "científica" como es que "el aceite es bueno para la salud, y no puede haber ninguna etiqueta que diga que es malo".
En esa línea, ha comentado que "vamos a trabajar para mejorar" ese sistema, y cuando el mismo "sea mucho mejor y reconozca las propiedades del aceite, entonces el sector se podrá incorporar no sólo en España, sino en aquellos países donde pueden verse obligados a ponerlo y habrá una mala información para consumidores de aquellos países", según ha continuado.
El ministro ha defendido que el sistema Nutriscore "traduce y resume mucha información en una sola imagen", lo que "ayuda a tomar decisiones, porque la evidencia empírica ha demostrado que la mayor parte de los consumidores hacemos un consumo inercial" cuando acude al supermercado, sin detenerse a leer todos los componentes del producto en cuestión que adquiere.
Garzón ha defendido que, "si promovemos un hábito de consumo más saludable", el de la dieta mediterránea, "eso no sólo tiene un efecto positivo para las consumidores, sino para el propio planeta" en general, y para ello el Nutriscore "es un instrumento útil, pero tampoco es la panacea", según ha continuado el ministro.
Ha concluido señalando que el Gobierno no quiere "decirle a la gente lo que tiene que consumir", sino avisarle de que "hay algunos productos que pueden ser muy baratos y atractivos, y a veces dirigidos hasta a menores" de edad, cuyo consumo "es perjudicial porque genera problemas de obesidad" que, a su vez, se asocia "a otras enfermedades".