GRANADA 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) advierte del aumento de patologías osteomusculares debido a una excesiva práctica deportiva o a una mala técnica al practicar deporte. Estas patologías son lesiones inflamatorias o degenerativas en el sistema músculo esquelético, con afectación articular, muscular, tendinosa o neurológica.
El trabajo, realizado por el departamento de Fisiología y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos José Mataix de la UGR, ha concluido que la actividad física, tanto el exceso como el defecto, se asocia al déficit de movilidad articular encontrado en todos los sujetos estudiados.
"Las patologías osteomusculares pueden venir determinadas por hábitos de actividad física inadecuados, tanto por defecto como por exceso. En este sentido, es desalentador que pacientes que cuidan sus hábitos de vida puedan dañar sus articulaciones (especialmente las rodillas) debido a una posible falta de información sobre la técnica y el cuidado de su sistema músculo-esquelético durante la práctica deportiva", explican los autores de esta investigación.
A la luz de estos resultados, los científicos advierten de que, "una vez que la gente tiene claro que para estar sano debe cuidar su alimentación y realizar ejercicio físico, es necesario enseñarles cómo hacerlo para prevenir nuevos problemas derivados de su inadecuada práctica".
Este trabajo también ha concluido que las patologías osteomusculares afectan más a las mujeres que a los hombres. Las más frecuentes entre las mujeres son el dolor de cuello y la lumbalgia (dolor en la espalda baja).
"Las mujeres estudiadas manifiestan más dolor que los hombres, y las actividades en las que más se presenta este dolor son las actividades sociales, leer o ver televisión; estar de pie o agacharse", apuntan los autores.
En España, se calcula que entre el 10 y el 40 por ciento de la población general presenta alguna patología osteomuscular, siendo las más prevalentes la lumbalgia y la artrosis. Además, son la primera causa de bajas laborales permanentes, representando un gran coste económico y social.