SEVILLA 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) José Luis Gómez-Skarmeta recibirá durante el próximo mes de enero el Premio Carmen y Severo de Ochoa de Investigación en Biología Molecular por su trayectoria científica y avance en la regulación de la expresión génica. El CABD se fundó en el año 2003 como el primer instituto español especializado en el estudio de la Biología del Desarrollo y es un centro mixto cofinanciado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Junta de Andalucía y la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla.
El jurado que ha fallado a favor de José Luis Gómez-Skarmeta ha estado integrado por los miembros del Patronato de la Fundación Carmen y Severo Ochoa: César Nombela (presidente), Santiago Grisolía, Margarita Salas, Carlos López Otín y César de Haro.
Además de por su investigación científica, Gómez-Skarmeta ha sido reconocido por ser pionero en el uso de la tecnología y herramientas innovadoras, como técnicas aplicadas para identificar y analizar funcionalmente elementos reguladores --interruptores que encienden o apagan genes cercanos en el propio AND--, y técnicas para determinar como se organiza el AND regulador en el espacio 3D del genoma. "Ha sido muy estimulante que nuestro trabajo haya recibido en numerosas ocasiones una gran atención, siendo comentado nacional e internacionalmente, en diferentes revistas, blogs científicos y en los medios de comunicación", manifiesta Gómez-Skarmeta.
Desde su inmersión en la investigación sobre la regulación del genoma durante su tesis doctoral en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, y tras su estancia postdoctoral en la Universidad de Chile, ha desarrollado numerosos proyectos. Destacan un trabajo multidisciplinar que permitió demostrar que el gen IRX3 es el gen diana de las mutaciones reguladoras fuertemente asociadas a la obesidad, y sus estudios más recientes enfocados a determinar el papel de la organización tridimensional (3D) de la cromatina --sustancia constituida esencialmente por AND y proteínas, que se encuentra en el núcleo de las células eucariontes--, en la regulación del genoma durante el desarrollo embrionario, la evolución y las enfermedades humanas, entre otros muchos resultados y publicaciones.
Al terminar el postdoctorado, Gómez-Skarmeta participó junto a sus colegas en la construcción científica del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo en Sevilla, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera "en un gran ambiente científico y con gran apoyo de todo el instituto", como comenta el investigador .
Además, la creación en el CABD de la Plataforma de Vertebrados Acuáticos --impulsada por el propio investigador premiado-- ha jugado un papel esencial en la difusión de la tecnología desarrollada en su laboratorio a toda la comunidad científica, dando la oportunidad a más de 50 científicos nacionales e internacionales de ser partícipes de los recursos, ideas y herramientas útiles llevadas a cabo en el Centro Andaluz de Biología en Sevilla. "Recientemente, estamos organizando cursos periódicos, nacionales e internacionales, para enseñar dichas tecnologías y los diferentes modelos animales en las que se puede usar a estudiantes e investigadores", declara el investigador premiado.
La excelencia de la investigación de Gómez-Skarmeta ha sido reconocida en este mismo año por la obtención de una de las dotaciones para investigación de mayor relevancia como es el 'Advanced grant', otorgado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC). Actualmente es además director científico de la Unidad María de Maeztu asociada al CABD.
En definitiva, tal y como el propio premiado expone, las tres razones principales por las que él mismo piensa que ha recibido el Premio Carmen y Severo de Ochoa de Investigación en Biología Molecular son, en primer lugar, los avances en su laboratorio para afrontar la pregunta de cómo se regula la información contenida en el genoma.
A dicha cuestión ha podido obtener respuestas claves a cómo opera la regulación durante el desarrollo embrionario normal, cómo alteraciones genéticas en la regulación causan muchas enfermedades humanas y cómo a lo largo de la evolución la regulación ha contribuido a originar distintos organismos.
El segundo motivo sería la situación de su laboratorio en la frontera de la tecnología y el desarrollo de herramientas innovadoras. Por último, y remarcado por Gómez-Skarmeta como la razón más importante, es el hecho de "haber trabajado siempre compartiendo recursos, ideas y herramientas útiles con mis colegas".