SEVILLA 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
Personal investigador del proyecto Dichoso, una iniciativa del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (Icman) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (Miciu), describen la presencia de eventos prolongados de temperaturas marinas "extremadamente altas" en el océano Austral, situado en la Antártida. Estos eventos son conocidos como olas de calor marinas.
Este trabajo, publicado recientemente en 'Nature Communications Earth and Environment', ha evidenciado además el impacto de las condiciones físicas provocadas por estos eventos en la superficie del océano Austral sobre la dinámica de los productores primarios, o primer eslabón de la red trófica marina. Concretamente, en los últimos 30 años, la frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor marinas han aumentado y provocado cambios en la actividad biológica de la comunidad fitoplanctónica que habita en la banda subantártica más meridional, según ha informado el CSIC en una nota de prensa.
Además de evidenciar que los eventos de olas de calor marinas en el océano Austral son cada vez "más frecuentes, intensos y duraderos como consecuencia del cambio climático", los investigadores asemejan estos resultados a los observados previamente en regiones tropicales y subtropicales. Asimismo, se asocia este "calentamiento anómalo" a temperaturas atmosféricas más cálidas, que a su vez se relacionan con cambios en los vientos superficiales y con una reducción sin precedentes del hielo marino.
Los datos también revelan que existe una relación cercana entre las olas de calor marinas en la parte más al sur del océano Austral y un aumento de la actividad del fitoplancton. Durante estas olas de calor, el CSIC ha explicado que "el agua se mezcla menos y hay menos hielo marino, lo que permite que el fitoplancton reciba más luz y más hierro del deshielo", ambos necesarios para su crecimiento. Esto hace que el fitoplancton, que realiza la fotosíntesis, crezca más y que, por lo tanto, se produzca una proliferación de la comunidad fotoautótrofa.
Sin embargo, "no solo las olas de calor influyen en estos cambios, sino que hay muchos otros factores en el océano Austral que también afectan a los organismos que viven allí, con diferente resistencia al estrés ambiental, a la competencia por los recursos y a las interacciones tróficas", han señalado los autores del proyecto.
MATEMÁTICAS Y SATÉLITES PARA ESTUDIAR EL OCÉANO
De esta forma, para el desarrollo de este trabajo se han empleado datos diarios de alta resolución derivados de diferentes misiones satelitales internacionales y de modelado numérico matemático. Así, se ha conseguido caracterizar la distribución espacio-temporal de las olas de calor marinas en el océano que rodea al continente Antártico y los procesos físicos locales y remotos responsables de estos eventos. Además, se ha llevado a cabo un "profundo análisis" de causalidad, para derivar las estrechas relaciones entre las consecuencias físicas provocadas por las olas de calor y la biogeoquímica de esta región oceánica tan relevante en el contexto del cambio climático.
Este estudio muestra uno de los impactos "más graves" del cambio climático en los océanos, especialmente en el océano Austral, crucial para la circulación oceánica. La investigación revela que las olas de calor marinas pueden influir en cómo se absorbe, fija y exporta el carbono en este océano a través de la bomba biológica de carbono, un proceso "clave" para regular el clima global. Sin embargo, estos eventos extremos pueden alterar la composición del fitoplancton, causando un "desajuste temporal" entre su abundancia y la demanda de sus consumidores en la cadena alimentaria. Esto podría tener "importantes efectos negativos" en la biodiversidad antártica, especialmente con los futuros cambios climáticos previstos.
SOBRE DICHOSO
El proyecto Dichoso (PID2021-125783OBI00) cuenta con un equipo científico multidisciplinar compuesto por personal investigador experto en Ciencias del Mar y Ambientales, Física Teórica y Computacional, Química, Biología y Geología y pertenecientes a diferentes instituciones nacionales. El CSIC está representado por el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo y el Instituto Español de Oceanografía, al que se unen las universidades de Cantabria (Unican), Cádiz (UCA), y Granada (UGR).
El objetivo principal del proyecto consiste en evaluar la contribución de las masas de agua de Isla Decepción (Antártida) a los inventarios biogeoquímicos del océano Austral, tanto al balance actual como a las tendencias futuras. Dicho está liderado desde el ICMAN-CSIC por los investigadores Antonio Tovar-Sánchez y Emma Huertas.