SEVILLA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha celebrado este miércoles la segunda sesión del juicio de la pieza separada de las irregularidades investigadas en la empresa de capital riesgo Invercaria, perteneciente a la Junta de Andalucía, relativa al presunto delito continuado de prevaricación en concurso medial con un delito continuado de malversación detectado en los prestamos concedidos entre 2006 y 2011 a la diseñadora de moda flamenca Juana Martín, una causa dirigida contra la citada modista, el expresidente de Invercaria Tomás Pérez-Sauquillo; el exdirector de promoción de la entidad Cristóbal Cantos, denunciante del caso; y Antonio Nieto, exdirector financiero.
La sesión de este miércoles ha estado marcada por la comparecencia como acusada de la propia Juana Martín, quien ha mencionado al exconsejero socialista de Innovación, Ciencia y Empresa Francisco Vallejo, condenado por un delito continuado de prevaricación a cuenta del "procedimiento específico" a través del cual eran canalizadas las subvenciones autonómicas con las que fueron financiados los expedientes de regulación de empleo (ERE) presuntamente fraudulentos.
Fue él, según ha narrado, quien contactó con ella dada la "repercusión" de su trayectoria como modista, tras lo cual fue a realizarle una serie de "visitas" Tomás Pérez-Sauquillo, quien le propuso la colaboración de la administración andaluza para "impulsar" su marca y carrera como modista "fuera de Andalucía", extremo ante el cual ella fue en principio "reacia" porque no se sentía "capacitada" para un proyecto de esa envergadura, pues entonces era simplemente una autónoma.
A preguntas del fiscal, que reclama para ella ocho años de cárcel por los citados delitos, la diseñadora ha relatado la creación de las sociedades Juana Martín Diseño y Juana Martín Andalucía, en ese orden, dedicada la primera a la confección de moda flamenca y la segunda a un proyecto de apertura de tiendas de ropa en Andalucía y después fuera de la región, siempre dentro de la colaboración entre ella e Invercaria.
EL DESTINO DEL DINERO
En ese sentido, ha afrontado preguntas sobre el primer préstamo participativo de 120.000 euros de Invercaria a la sociedad Juana Martín Diseño, sobre otro préstamo participativo de 50.000 euros para Juana Martín Andalucía y sobre la inversión global de un máximo de 900.000 euros aprobada por Invercaria para la actividad en cuestión, defendiendo que siempre supo que se trataba de préstamos para sufragar las actividades empresariales y no dinero que le "regalaban".
Precisamente por eso, ha asegurado que "todo el dinero" librado por Invercaria fue efectivamente destinado a las dos mencionadas sociedades y que de dicha entidad de capital de riesgo no ha recibido "nada" que no fuesen los mencionados préstamos participativos que firmó. "En mi conciencia jamás ha estado quedarme con el dinero de nadie", ha aseverado.
Sobre todo, ha defendido que ella es una modista y que cuando finalmente aceptó las propuestas de los responsables de la Junta de Andalucía, desconocía los entresijos y la "jerga" correspondientes a la gestión empresarial, agregando que Juana Martín Diseño y Juana Martín Andalucía contaban con gestores para ello, que ella pidió "tutela" en materia de administración y gestión de las sociedades y que Cristóbal Cantos era el técnico de Invercaria "adaptado" a su proyecto.
Cantos, según ha explicado, era quien le "ayudaba" en nombre de Invercaria y con el cual se sentía "protegida" a la hora de afrontar la actividad. "Yo el tema de la empresa no lo llevaba", ha insistido agregando que no estaba al tanto de la "organización" de la sociedad Juana Martín Andalucía y que era el también acusado Cristóbal Cantos quien "ayudaba" en la gestión de dicha entidad y quien se ponía "en contacto" con ella en nombre de Invercaria, contando dicho técnico con "un equipo de crisis" para su labor.
Eso sí, ha admitido que ella estaba al frente de la cuenta bancaria de Juan Martín Diseño y que en principio el dinero del ya citado préstamo participativo de 50.000 euros a Juana Martín Andalucía fue ingresado en su cuenta personal, extremo que ella no había "impuesto" y que ha atribuido a un aspecto de "gestión" de Invercaria. No obstante, ha reiterado que ese dinero fue destinado a "pagar cosas" de la actividad empresarial.
"NO ENTENDÍA DE EMPRESAS"
"Yo en ese momento no entendía de empresas", ha alegado Juana Martín, exponiendo que simplemente accedía a las gestiones y propuestas de Invercaria y asegurando que Pérez-Sauquillo, Cantos y ella estaban "muy ilusionados" con el proyecto, si bien los tres primeros años "todo lo que hacía era pagar, pagar y pagar", sobre todo con relación a la sociedad Juana Martín Andalucía, por los "desmesurados" costes derivados de las tiendas y plantillas ligadas a esa línea de actividad, extremo agravado después por la irrupción de la anterior crisis de 2008.
"Hasta hoy sigo pagando deudas de Juana Martín Andalucía. He luchado muchísimo por abrir tiendas de Juana Martín Andalucía. Mi afán era vender pero los gastos nos desbordaban", ha defendido insistentemente.
Respecto a la falta de cambio de titularidad de la marca Juana Martín Diseño y de reclamaciones al respecto por parte de Invercaria pese a tratarse de la única aportación de la modista a la sociedad Juana Martín Andalucía creada entre ella e Invercaria, la acusada ha explicado que al no contar con dinero para inyectar a la nueva entidad, decidió "ceder" dicha marca para Juana Martín Andalucía, tras lo cual no la ha vuelto a "utilizar" en su actividad propia y personal. "No la he usado desde que la cedí", ha dicho.
EL VALOR DE LA MARCA
Además, mientras el juez instructor de la investigación no ve "acreditado el valor de la aportación (a Juana Martín Andalucía) de la marca en 440.000 euros, siendo 390.000 el asignado en el pacto de socios, que se ha incrementado en 50.000 euros", la acusada ha alegado que no fue ella quien fijó ese valor, respondiendo en cualquier caso que "la marca costaba mucho más", dada la "repercusión mediática" de su trayectoria como diseñadora de moda y su difusión incluso en Nueva York (Estados Unidos).
En paralelo, ha encuadrado en las dificultades del negocio y el peso de la anterior crisis de 2008 la "ayuda" pedida a Invercaria para "refinanciar" los préstamos participativos y aplazar los pagos, indicando que si la sociedad Juana Martín Diseño se hizo cargo de gastos hipotecarios y de otra índole de la empresa Juana Martín Andalucía fue porque esta última "ya no podía" hacerlo, dados los costes que afrontaba por el alquiler de las tiendas o los salarios, entre otras cosas.