GRANADA 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
Juana Rivas ha afirmado este jueves que considera que su "lucha" judicial para "recuperar" a sus hijos está en España y que estudia con sus abogados la estrategia a seguir de cara a la vista prevista para el 31 de octubre en Italia para abordar la custodia y el régimen de visita de los menores, de once y tres años, con quienes estuvo casi un mes ilocalizable este verano sin acatar la orden judicial que le obligaba a entregarlos al padre, condenado en 2009 por lesiones en el ámbito familiar y al que en 2016 denunció por malos tratos.
En una entrevista en TVE recogida por Europa Press, esta vecina de Maracena (Granada) ha señalado que no se arrepiente de no haber presentado esta última denuncia en Italia porque allí "llevaba todas las de perder" por las "redes" de su expareja, Francesco Arcuri, quien, en su opinión, "no es un padre coraje" sino "un padre encorajado" y un "maltratador en toda regla".
"¿Cómo denuncias y vuelves a esa casa?", se ha preguntado Juana Rivas en referencia a la residencia que compartía la familia en el entorno rural de la isla de Carloforte (Italia), antes de que, en mayo de 2016, viniera con sus hijos a España en un periodo vacacional, tras el cual denunció a Arcuri por supuestos malos tratos.
Rivas, que está siendo investigada por el Juzgado de Instrucción 2 de Granada por los supuestos delitos de desobediencia judicial y sustracción de menores, ha señalado que procura "estar fuerte" para "recuperar" a sus hijos, después de que, a finales del pasado mes de agosto, volvieran con su padre a su residencia en Italia, una vez que ella los entregó en la Guardia Civil de Granada, cumpliendo el mandato judicial.
Arcuri ha sido para ella "la peor pareja" que ha tenido en su vida, ha asegurado la vecina de Maracena, quien ha agregado que espera que a sus hijos "no les pase nada" en esta etapa.
La madre mantiene con los menores contacto a través de videoconferencia y ha señalado que sus hijos están "entretenidos" en el inicio del curso escolar italiano, aunque observa al mayor "un poco triste" y al pequeño con "sus momentos". Tiene "muchísimas ganas de verlos", por lo que está estudiando con sus abogados la "opción" de hacerlo con motivo de la vista prevista para el 31 de octubre en Italia, teniendo en cuenta también que "estar cerca" de Francesco Arcuri le "produce terror".
En este sentido, ha vuelto a hacer un llamamiento a los jueces para que "se pongan" en su "piel" y tengan en cuenta los episodios de maltrato que dice haber sufrido ella y su hijo mayor, para "no volver a la época medieval". En este sentido, ha considerado que sería "muy injusto" si recibiera "un castigo" por haber tratado de "proteger" a sus hijos, no entregándolos al padre.