GRANADA, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Juana Rivas, la madre de Maracena (Granada) que está siendo investigada por supuesta desobediencia judicial y sustracción de menores después de que la semana pasada acatara la orden judicial de entregar a sus dos hijos al padre tras permanecer casi un mes ilocalizable, se ha exculpado este martes ante la jueza de los delitos que se le atribuyen, declarándose inocente y alegando que sólo ha querido "proteger" a los niños.
Su declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción 2 de Granada ha sido breve, de unos diez minutos, y en ella únicamente ha respondido a las preguntas de su defensa, que durante el interrogatorio ha intentado que Juana Rivas pudiera describir las "situaciones de violencia" que han sufrido ella y sus hijos presuntamente a manos de su expareja, Francesco Arcuri, que ya se encuentra en Italia con los niños.
Sin embargo, la jueza ha requerido que el interrogatorio no abarcase esos extremos y se centrara en los delitos de desobediencia judicial y sustracción de menores por los que Juana Rivas está siendo investigada, lo que para su defensa impide un "adecuado esclarecimiento" del entorno en el que se han producido los hechos y no permite "determinar la intencionalidad" de esta madre granadina, generando "indefensión".
La defensa de Juana Rivas ha hecho constar diversas protestas a lo largo del interrogatorio por esta circunstancia al entender que, sin tener en cuenta el contexto de violencia de género, no es posible determinar "la bondad o maldad de Juana; ni su intencionalidad", ha relatado su abogado, Juan de Dios Ramírez, a su salida del Juzgado. Afirma que han acudido a la comparecencia con nueva documentación en este sentido y opina que la postura adoptada por la jueza "cercena" su derecho a la defensa y "genera indefensión".
El letrado también ha informado de que Juana Rivas no ha podido comunicarse desde el pasado jueves con los menores, de once y tres años. Por ello, su equipo jurídico ha iniciado acciones en este país, solicitando un procedimiento de "inaudita parte" a fin de que se pueda establecer una comunicación "inmediata" y con carácter de urgencia por videoconferencia.
De hecho, se ha levantado acta notarial de "los intentos de llamadas" y de comunicación a través de whatsapp de Juana y su familia para contactar con los menores y se ha pedido esta medida cautelar en Italia para garantizar un "comunicación plena y diaria" entre la madre y sus hijos, dado que desde el pasado jueves "ha sido imposible", ha agregado Juan de Dios Ramírez.
La Fiscalía no ha solicitado ninguna medida cautelar y la titular del Juzgado de Instrucción 2 de Granada no ha tomado ninguna nueva decisión hasta el momento tras la declaración de Rivas, según han informado a Europa Press fuentes judiciales, de modo que el procedimiento continúa su curso y ella sigue estando investigada por la supuesta sustracción de los menores.
Juana Rivas ha llegado sobre las 11,35 horas al edificio judicial de La Caleta para declarar ante el Juzgado; lo ha hecho junto a sus abogados y algunos familiares.
Ha rehusado hacer declaraciones a los medios, aunque sí manifestaba antes de declarar su pretensión de decir "la verdad" y de pedir "ayuda a la jueza". "Gracias a todos, esto es muy duro", ha agregado la madre de Maracena.
La titular del Juzgado de Instrucción 2 de Granada ha citado este martes a Juana Rivas después de que se llevara casi un mes ilocalizable tras no acatar a finales de julio la orden judicial de entregar los hijos al padre, Francesco Arcuri, condenado en 2009 por lesiones en el ámbito familiar.
En esta causa también han sido llamadas a declarar como investigados la asesora jurídica y la psicóloga del Centro Municipal de la Mujer de Maracena, Francisca Granados y Teresa Sanz; así como los padres y los dos hermanos de Juana Rivas para averiguar su posible participación en los hechos.
Arcuri, al que Rivas denunció en julio de 2016 por supuestos malos tratos en una denuncia enviada a los tribunales italianos y ampliada ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Granada, ha propuesto a su expareja la custodia compartida en Italia, donde reside con los niños, "una vez resuelva" ella sus problemas con la justicia española.