GRANADA 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a dos hombres de 21 años como presuntos autores de dos delitos de robo con violencia e intimidación perpetrados en dos gasolineras de la provincia de Granada, en las que amenazaron a los empleados y donde el autor material usaba diversos elementos para dificultar su identificación, incluso lentillas de colores.
El primer atraco se cometió el pasado 15 de octubre, cuando este individuo, que iba con un pasamontañas, amenazó al trabajador del establecimiento con un arma de fuego y únicamente se llevó los billetes que había en la caja registradora, haciéndose con un botín de 385 euros. Llegó hasta el lugar a pie y huyó del mismo modo tras cometer el robo.
Los agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Maracena se hicieron cargo de la investigación y comenzaron a recabar datos para tratar de localizar al presunto autor. Una semana más tarde, el 22 de octubre de 2023, tuvo lugar el segundo atraco también en una gasolinera en las afueras de Granada y de la misma forma.
Nuevamente, los agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Maracena se hicieron cargo de la investigación. Todo apuntaba a que el autor era el mismo, sin embargo, en esta ocasión ocultó el rostro por medio de una mascarilla quirúrgica y no con un pasamontañas como la vez anterior.
Esta vez, además, el trabajador al que amenazó para conseguir el botín se fijó en que el arma parecía y sonaba como si fuese de plástico. El atracador, al percatarse de que la víctima miraba el arma pero no se asustaba, sacó de debajo del abrigo un arma blanca de grandes dimensiones y así consiguió hacerse con la recaudación llevándose únicamente los billetes, que ascendían a 250 euros.
Tras varios meses de investigación, los agentes de la Guardia Civil descubrieron que el atracador no actuaba solo, sino que tenía un cómplice que lo acercaba al lugar en un vehículo y que lo recogía de nuevo una vez había cometido el robo.
Averiguaron, asimismo, la identidad de ambos, a pesar de los intentos de uno de ellos de no ser identificado, pues llegó incluso a utilizar lentillas de colores para modificar el color de sus ojos, y, finalmente, fueron puestos a disposición judicial como presuntos autores de dos delitos de robo con violencia e intimidación.