GRANADA 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El jurado popular ha declarado culpables de asesinato con alevosía a los dos acusados que han sido juzgados esta semana en la Audiencia de Granada por la muerte a tiros en Güevéjar (Granada) de un hombre, que era el compañero sentimental de la expareja de uno de ellos, que encargó el crimen al otro, que lo ejecutó.
Una vez concluida la lectura de los informes de conclusiones definitivas de las partes este pasado jueves, el jurado popular recibió en la mañana de este viernes el objeto del veredicto, que también ha declarado culpable al acusado que ejecutó los disparos de los delitos de tenencia ilícita de armas y hurto de uso de vehículo de motor.
Según fuentes del caso consultadas por Europa Press, por el asesinato con alevosía, que, en el caso del ejecutor de los disparos, el jurado considera probado por unanimidad, la Fiscalía ha interesado finalmente para ambos penas de 18 años, al no haberse probado la agravante de precio.
Mientras tanto, las acusaciones particulares, que representan los intereses de los familiares de la víctima, han solicitado 25 años; y las defensas de los acusados, que habían pedido la libre absolución, 15 años, la pena mínima, por imperativo legal, una vez el jurado ha considerado emitido su veredicto de culpabilidad.
Los hechos, ocurridos a primera hora de la mañana del 21 de agosto de 2017, tendrían su origen en los "celos patológicos" de uno de ellos, de 53 años, lo cual le llevó a "idear la muerte de la entonces pareja" de su excompañera, según la Fiscalía, que mantiene que, en ese contexto, le propuso al otro acusado, de 42 años, "la realización material de la muerte".
Tras negar los hechos el pasado lunes, en la primera sesión del juicio, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, el supuesto autor intelectual indicó que "no es cierto" que pagara al otro acusado para matar al fallecido, que era entonces la pareja de su excompañera, con la que tenía un hijo, y que solo le pagó unos 20 euros para que le arreglara el coche unos días antes, pues lo conocía "de vista del barrio", en la zona norte de Granada capital.
En la mañana de los hechos, se encontraba en Güevéjar, en las inmediaciones del domicilio de esta mujer, según su declaración, para ver que todo estaba "bien", tras recibir el aviso de una hija de ella tras un incendio supuestamente intencionado en la casa, que se juzga en otra causa. El fiscal le indicó que constan 93 llamadas con esta última entre el 15 de julio y el 20 de agosto, a lo cual el acusado respondió que solo se comunicaba con ellas para saber de su hijo.
Por su parte, el ejecutor de los disparos por encargo del otros señaló que no sabe por qué le han "acusado" a él de este crimen, y negó que conociera "de nada" al fallecido.
Según el fiscal, en la noche del 20 al 21 de agosto, forzaron la puerta de un vehículo estacionado en la zona norte de la capital granadina, de tal modo que el individuo de 42 años se trasladó a Güevéjar en dicho automóvil, en el que esperó a su víctima, quien "como cada mañana, debía salir para ir a trabajar al campo".
Sobre las 7,30 horas, conforme al relato de la acusación pública, "se dirigió hacia aquel agarrándole del pecho y tirándole al suelo donde, de forma sorpresiva y sin posibilidad alguna de defensa, efectuó un total de cuatro disparos con el revólver o pistola que portaba", que no fue localizado.
Ese automóvil fue incendiado posteriormente, y su propietaria no reclamaba los daños, si bien, al constituir un supuesto delito, el Ministerio Público también formulaba acusación sobre ello.
Tras el veredicto del jurado, que no considera probado el incendio por los acusados, el ejecutor de los disparos, que está en prisión provisional por estos hechos, se enfrenta a una pena de hasta dos años más por la tenencia ilícita de armas, y una multa por el uso de hurto del vehículo.
Las acusaciones particulares, representadas por el despacho de abogados de Carlos Aránguez, han solicitado el inmediato ingreso en prisión del otro acusado, declarado culpable por asesinato con alevosía por ser el autor intelectual del mismo, si bien el fiscal se ha opuesto hasta que la sentencia no sea firme, al entender que "no existe riesgo de fuga", han informado desde dicho bufete.