SEVILLA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín (Cs), ha querido dejar claro este miércoles que la posible aplicación del pin parental en esta comunidad "no tendría" el apoyo de su formación, socia del PP-A en el Gobierno autonómico. Ha admitido que Cs no coincide con las posiciones ni de PP-A ni de Vox en este asunto.
En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, Marín ha explicado que, en Andalucía, Cs no ha "firmado ningún pin parental, sino un acuerdo de presupuestos" con PP-A y Vox. Ha recalcado que no coinciden "con el pensamiento y la forma de opinar" sobre el llamado pin parental que tienen el PP-A y Vox.
"Partido Popular y Ciudadanos somos dos fuerzas políticas que pensamos de forma diferente y que conformamos un gobierno de coalición en base a unos acuerdos y eso es lo que vamos a seguir cumpliendo", ha indicado Marín, quien ha negado que haya "fisuras ni nada parecido" en el Ejecutivo autonómico.
Ha considerado que el PSOE es un verdadero "maestro de la demagogia" y está utilizando el asunto del pin parental para que no sea hable de lo que realmente importa, como es la necesidad de un pacto educativo nacional o de mejorar la financiación del sistema educativo. "En vez de hablar de eso, están desviando la atención hacia un asunto que no tiene ninguna relevancia y que es completamente artificial", según ha apuntado Marín
Juan Marín ha recalcado que la aplicación del pin parental en Andalucía no tendría el apoyo de Ciudadanos y que "otra cosa es que podamos hablar de reforzar la inspección en centros educativos para que no ocurra ningún caso de acoso".
"La posición de Cs es una cuestión de sentido común y de defensa de los principios y valores que este partido siempre ha llevado a gala. Nosotros creemos en la igualdad y en la libertad de elegir con mayúsculas y eso ni PSOE ni PP ni Vox lo entienden ni lo comparten", ha señalado.
Asimismo, ha planteado que cuando se habla de adoctrinamiento en la educación pública habría que mirar a Cataluña, donde un padre no tiene derecho a elegir que su hijo tenga las clases en castellano.